El Síndrome Anorexia-Caquexia (SAC) constituye uno de los problemas de salud más habituales en las personas que están afectadas por una enfermedad oncológica. Este síndrome se desarrolla después de que se produzcan una serie de alteraciones metabólicas y endocrinas como resultado de la interacción tumor-huésped….
El Síndrome Anorexia-Caquexia (SAC) constituye uno de los problemas de salud más habituales en las personas que están afectadas por una enfermedad oncológica. Este síndrome se desarrolla después de que se produzcan una serie de alteraciones metabólicas y endocrinas como resultado de la interacción tumor-huésped. “Conocer y comprender los factores que intervienen en esas alteraciones resulta de gran interés, ya que constituyen potenciales dianas terapéuticas”.
Así lo destaca la doctora Clara Iglesias González, MIR de Oncología Médica del Hospital Universitario Central de Asturias, en Oviedo, en las monografías ‘Los expertos opinan sobre SAC (Síndrome Anorexia-Caquexia) y AM (Acetato de Megestrol)’. Un compendio que cuenta con el patrocinio de la compañía farmacéutica MYLAN y que se irá ofreciendo por capítulos (preparados para su descarga) en EL MÉDICO INTERACTIVO.
Los factores mediadores que se producen como consecuencia de las alteraciones metabólicas y endocrinas que dan lugar al SAC, se pueden clasificar según la especialista en dos grandes grupos: los factores tumorales generados directamente por el tumor y los humorales originados por la respuesta del organismo del paciente ante la presencia del propio tumor.
Tampoco hay que olvidar que las alteraciones y trastornos digestivos derivados de la propia patología oncológica, así como de los tratamientos recibidos, como son la disgeusia, la disfagia o la odinofagia -entre otros-, pueden favorecer también la aparición de SAC.