'Todos hemos decido un poco. Pero los escollos principales: el económico, el de la representatividad, de la votación en las decisiones del Consejo... que habían causado conflicto por el número de colegiados de cada uno, ya están salvados. Hay consenso, el Consejo Autonómico de Colegios de Médicos ya hoy es una realidad aunque nos falte ultimar los trámites legales'. Así lo ha declarado a EL MÉDICO INTERACTIVO la doctora Concepción Ferrer, presidenta del CM de Zaragoza, que será la primera presidenta del Consejo Aragonés, una vez que sus estatutos sean definitivamente aprobados, poniendo así fin a un largo y conflictivo proceso. Está previsto que, por lo que atañe a los Colegios, este mes de marzo se celebre la reunión final para que los estatutos sean una realidad, y llevarlos a la Diputación General de Aragón para que culmine el proceso.
'Los estatutos, ya están consensuados entre los tres colegios, dada la necesidad que todos hemos reconocido de que haya un Consejo Autonómico. Había temas que siempre son de conflicto, cuando se une a tres colegios con una disparidad como los aragoneses (el de Zaragoza tiene casi siete mil colegiados; algo más de mil el de Huesca; y menos de 700 el de Teruel); durante años se ha intentado constituir el Consejo Autonómico y siempre había 'líneas rojas' que impedían que llegara a ser una realidad', señala la doctora Ferrer.
La presidenta explica que la Ley de Colegios provinciales 'nos puso a la expectativa de las ventajas que tiene un Consejo Autonómico y de la difícil supervivencia de los colegios uniprovinciales, con muy bajo número de colegiados. Y aunque esa Ley tampoco ha salido todavía, el Consejo Autonómico es necesario en su papel de interlocutor a todos los niveles: en Aragón, en las relaciones con la Consejería de Sanidad; y también con la OMC, para estar representados en sus plenos y desde el punto de vista de las cuotas que éste devuelve a los Consejos Autonómicos. Realmente, éste fue un planteamiento que hizo intentar romper todos los problemas que había para tener estos estatutos en Aragón, que fueran refrendados por los tres colegios y que dejaran satisfechos a los tres', añade.
Así, en anteriores reuniones entre los tres colegios provinciales aragoneses, con participación de sus respectivas asesorías jurídicas, se fue alcanzando el consenso sobre esos estatutos. Y está previsto que a lo largo de este mes de marzo se celebre la reunión final, 'con las asesorías jurídicas y los presidentes de los tres colegios, darlos por aprobados y presentarlos en la DGA para que ésta a su vez les dé el visto bueno', señala la presidenta del CM de Zaragoza.
El voto de Zaragoza, siempre necesario
La doctora Ferrer comenta las 'líneas rojas' existentes durante años en la negociación entre los tres colegios provinciales para la aprobación de los estatutos del Consejo. 'La principal, lo difícil de atravesar, eran en cuanto a la representatividad', dice, refiriéndose al peso que debía tener, a la hora de votar decisiones importantes, cada Colegio. En este sentido, el consenso que se ha impuesto es que en éstas siempre debe prevalecer la posición del Colegio de Médicos de Zaragoza, junto al voto favorable de uno de los otros colegios provinciales.
'A lo que no había lugar es a que dos colegios pequeños condicionaran a otro grande, que los supera en número ampliamente: 6.900 colegiados frente a 1.700. Realmente y desde el planteamiento de determinados problemas, de trabajo y de lo que se mueve en el ámbito sanitario, las necesidades o los problemas de los médicos de Zaragoza pueden ser muy distintos a los intereses de los de los médicos de los dos Colegios minoritarios; éstos podían tomar decisiones desconociendo situaciones que no sufren, y eso podría condicionar todo y desatender la opinión de la mayoría', explica.
Por eso, porque 'hay un colectivo muy importante que debe ver defendidos sus intereses', se trataba de 'buscar una situación de equilibrio, y en este sentido se ha llegado a un consenso, y éste también se ha alcanzado desde el punto de vista económico: no puede ser igual la aportación de unos y de otros', añade Ferrer. En cuanto a los turnos para presidir el Consejo, se ha llegado al acuerdo de que, primando el número de colegiados, durante dos años la ostentará el Colegio de Médicos de Zaragoza, y uno cada uno los de Huesca y Teruel.
Como el Consejo, a pesar de no tener personalidad jurídica, ya venía funcionando 'de facto', como un Consejo Autonómico en formación, dirigido con turnos rotatorios anuales de los tres presidentes provinciales, para su representación en la OMC. Y habida cuenta de que en 2015 la presidencia la ostentó Zaragoza, en octubre o noviembre de este año pasará al CM de Teruel; y después, al CM de Huesca. La idea es que, una vez aprobados los estatutos, los relevos se produzcan a comienzos de cada año.
'Tal y como está la interlocución con las consejerías, y el hecho de tener una representación en los plenos de la OMC, tienes que representar a tu región y a los tres colegios. La necesidad de que esto se mueva en el ámbito de un Consejo Autonómico está clara: hay que crear el organismo para que exprese todas las inquietudes y sentimientos de los tres colegios. Tampoco nos vamos a reunir todos los días: un par de reuniones fijas al año, y después establecer unas estructuras y poder en un momento determinado reunirnos para temas puntuales conflictivos, o de problemas de los profesionales para trasladárselos a la Consejería. Creo que es muy importante ese Consejo Autonómico, como portavoz de los colegios provinciales', resume para finalizar la doctora Concepción Ferrer.