De acuerdo con la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencia, el 80 % de los infartos cerebrales, también conocidos como ictus, pueden prevenirse a través de un cambio de hábitos como puede ser evitar el consumo de alcohol y tabaco.
En México, cada año se registran más de 38 mil fallecimientos a causa de un infarto cerebral, colocándolo dentro de las 10 primeras causas de muerte en el país.
Atención oportuna del ictus
El Dr. Daniel Sánchez Arreola, presidente de la Sociedad, define el ictus como la presencia de un coágulo de sangre que obstruye una de las arterias que llevan la sangre al cerebro, lo que ocasiona un obstáculo para recibir oxigenación y circulación. La atención dentro de las primeras 4.5 horas es vital para disminuir la probabilidad de daños permanentes en el habla, movimiento motriz, entre otros.Factores de riesgo del infarto cerebral
El consumo de tabaco es responsable del 10 % del total de muertes anuales en el país, principalmente aquellas relacionadas con el corazón. Actualmente, existen aproximadamente 16 millones de fumadores adultos, y se calcula que cada día fallecen 118 personas por esta causa. El consumo excesivo de alcohol provoca un aumento en la presión arterial e incrementa el riesgo de coagulación de la sangre, la causa inicial de un accidente de este tipo. La Secretaría de Salud en México registra aproximadamente 20 millones de personas que enfrentan alguna adicción al alcohol, quienes con frecuencia comenzaron a beber a los 13 o 14 años. Según el especialista, existen factores de riesgo que pueden ser modificados o controlados a través de cambios en el estilo de vida, como llevar una dieta saludable, hacer ejercicio regularmente, dejar de fumar. Además, es recomendable controlar constantemente la presión arterial y los niveles de colesterol y triglicéridos. Ingerir alimentos altos en grasa saturada causa un estrechamiento de las arterias y la formación de coágulos, lo que fácilmente puede derivar en un infarto cerebral.De acuerdo con el Instituto Nacional de Cardiología, 4 de cada 10 adultos en México tienen colesterol alto, y aunque en ocasiones es hereditario, normalmente es el resultado de un estilo de vida poco saludable.