Una infección nosocomial puede llevar a la muerte hasta al 50% de quienes las adquieren. En el caso de la bacteria
Clostriduim difficile (contagio por heces contaminadas), causan la muerte hasta al 38%. La mayoría de estos decesos podrían evitarse con medidas preventivas, así como con la continua mejora de las prácticas clínicas, en donde los sistemas de manejo y eliminación de desechos humanos con dispositivos de un solo uso, como
cómodos u
orinales de pulpa de papel, pueden ayudar a prevenir el contagio, tanto en pacientes, familiares y profesionales de la salud.
La mayoría de los hospitales proporcionan a sus pacientes recipientes como
cómodos, orinales, palanganas,
riñones, entre otros, que son reutilizados y pueden ser de materiales como plástico o acero, los cuales deben ser lavados y desinfectados a mano. En el caso
mexicano, esto pone en riesgo al personal sanitario que hace estas tareas. Adicionalmente, estudios alrededor del mundo señalan fallas relativamente comunes en los sistemas de lavado y desinfección de los dispositivos utilizados en los hospitales, por los pacientes que no pueden levantarse de su cama cuando requieren usar el sanitario.
Una investigación para evaluar el rendimiento de equipos de desinfección de orinales, publicada en el
American Journal of Infection Control en 2011, señala que de un total de 1,982 observaciones se presentaron fallas en los procesos de desinfección con tasas que iban de 7.6% a 33%.
Infecciones intrahospitalarias
Por otro lado, investigadores han documentado que aun cuando el proceso de desinfección elimina una gran parte de los microorganismos en los orinales, no destruye las esporas bacterianas, incluidas las de
Clostridium difficile. Para ello se requieren acciones específicas de esterilización. De acuerdo con la doctora María del Carmen Costa, directora médica de
Celtimedic, lo anterior constituye un posible foco de infecciones intrahospitalarias,
En algunas instituciones se tienen lavadores-desinfectores, que solo sirven para los
cómodos, pero no funcionan para otro tipo de contenedores. En muchas ocasiones los dispositivos quedan sucios, con evidencia macroscópica de que hay materia fecal. Todo eso puede generar infecciones cruzadas entre los pacientes y el personal de salud, que tienen detrás patógenos como
Clostridium difficile, o como
norovirus. El
Clostridrium difficile es responsable de la colitis
pseudomembranosa, que es una infección bastante grave.
Estos riesgos de contagio por contacto con los dispositivos inadecuadamente desinfectados se pueden minimizar al utilizar los sistemas de eliminación de desechos con insumos de un solo uso o los llamados “single-use” que se descartan a través de máquinas llamadas
maceradores, de donde se envían al drenaje.
Con base en un análisis de diversos estudios, recopilados por la Agencia de Evaluación de Intervenciones y Tecnologías Sanitarias (AETMIS, por sus siglas en francés) del gobierno de Québec, Canadá, el uso de
maceradores limita la manipulación de orinales,
cómodos, riñones y palanganas sucios, porque los dispositivos se destruyen inmediatamente después de su uso.
Ventajas de los contenedores de un solo uso
Entre las ventajas que los contenedores de un solo uso tienen ,“hay estudios que demuestran una reducción de hasta un 56% en la incidencia de infección por
Clostridium al usar dispositivos de un solo uso de pulpa de papel. Pero es importante señalar que esta forma de manejo de los desechos humanos forma parte de un sistema: una vez que el paciente ha utilizado el dispositivo, se agrega un gelatinizante que solidifica la orina o las heces, lo que evita la volatilización de patógenos. El dispositivo y las excretas se colocan en un
macerador y todo se tritura junto con un desinfectante. Los desechos pulverizados se van al drenaje, y la pulpa de papel se biointegra en seis semanas”, explicó la doctora Acosta.
Esto ha tomado particular relevancia en el contexto de la pandemia por la COVID-19, pues la utilización de dispositivos desechables, producidos de pulpa de papel, se han convertido en una opción higiénica y segura para prevenir infecciones nosocomiales en los hospitales temporales instalados alrededor del mundo para atender a pacientes contagiados con el SARS-COV-2. Es importante recordar que muchos de esos pacientes presentan frecuentemente diarreas y expulsión de secreciones que contienen carga viral y, por lo tanto, son una fuente de contagio. Por ello, esos insumos de un solo uso constituyen también un apoyo para prevenir la infección del personal de salud que manipula los desechos.
La empresa Celtimedic es proveedor en México y representante exclusivo de la marca Vernacare, con más de 50 años de experiencia en el mercado global con el sistema ecológico de insumos de un solo uso. Actualmente, hay dos casos de éxito donde se están usando dichos dispositivos para el manejo de desechos humanos: los hospitales temporales COVID-19 del Autódromo Hermanos Rodríguez y del Centro Banamex en la Ciudad de México.