Supervivientes de accidente cerebrovascular que constantemente controlan su presión arterial pueden reducir la probabilidad de sufrir un segundo ataque en más de la mitad, según concluye un nuevo estudio que se publica en 'Stroke: Journal of the American Heart Association'.
Sus autores analizaron los resultados del ensayo 'Vitamin Intervention for Stroke Prevention' (VISP), en el que participaron 3.680 pacientes con ictus isquémicos de 35 años y más entre 1996 y 2003. Los accidentes cerebrovasculares isquémicos son causados por un trombo u otra obstrucción en un vaso sanguíneo que suministra sangre al cerebro.
Los investigadores analizaron varios factores de riesgo de los participantes, incluyendo los niveles de presión arterial al inicio del estudio, un mes después del inicio del análisis, a los seis meses y, posteriormente, cada seis meses hasta los 24 meses y determinaron los resultados después de ajustarlos por edad, sexo, antecedentes de accidente cerebrovascular, enfermedad cardiaca y otros factores. Se consideró la presión arterial 'controlada' 140/90 mmHg o inferior.
Los investigadores vieron que menos del 30 por ciento de los supervivientes de accidentes cerebrovasculares analizados mantuvieron el control de la presión arterial consistente más del 75 por ciento del tiempo. Entre los individuos con presión arterial elevada al inicio del estudio (por encima de 153 mm Hg), la tasa de un segundo accidente se redujo en un 54 por ciento entre los que mantuvieron su presión arterial bajo control más del 75 por ciento de las veces frente a los que la controlaron menos del 25 por ciento del tiempo.
Según el autor principal del estudio, Amytis Towfighi, profesor asistente de Neurología en la Escuela Keck de Medicina de la Universidad del Sur de California en Los Ángeles, Estados Unidos, en lugar de comprobar la presión de la sangre durante las visitas clínicas únicamente, debe hacerse con regularidad, tal vez en casa con máquinas que puedan transmitir de forma remota los datos.
'Hay que conseguir que los pacientes participen en su propio cuidado y aprendan a controlar sus factores de riesgo', destaca Towfighi, que también es director médico asociado del Centro Nacional de Rehabilitación Rancho Los Amigos en Downey, California, Estados Unidos. También recuerda que se puede reducir el riesgo de apoplejía reduciendo el consumo de sal, comiendo una dieta saludable y haciendo ejercicio con regularidad.
En el estudio, los participantes con un historial de ataques al corazón eran más propensos a mantener su presión arterial bajo control la mayor parte del tiempo, lo que posiblemente sugiere que los pacientes y los profesionales de la salud son más conscientes del control de la presión arterial después de un ataque al corazón pero menos después del accidente cerebrovascular.