En el último día del Cuarto Congreso de Nutrición Nestlé en el Auditorio Nacional se hizo énfasis en las posibles causas de la obesidad infantil en México, la doctora Myriam Afeiche, científica del Centro de Investigación Nestlé que se especializa en los patrones alimentarios de los niños mexicanos, afirma que el 85 por ciento de los niños en edad de crecimiento consumen refrigerios con alto nivel de grasa más de dos veces al día, cuando se recomienda no exceder los dos refrigerios al día de valor calórico moderado.
Mientras que las bebidas azucaradas, no recomendadas por la doctora Afeiche para el consumo en menores, son el acompañamiento del 48 por ciento de los niños de entre 4 y 12 años durante el desayuno.
El doctor Enrique Romero adscrito a la Unidad de Estudios de Nutrición Infantil de la División de Pediatría del hospital Civil del Guadalajara 'Dr. Juan Menchaca', afirmó que el desayuno de los pequeños debe estar conformado de diferentes tipos de proteínas derivadas de la carne, las semillas o las verduras.
Se puntualizó el uso de los nutrimentos complementarios en los bebés de cero a dos años de edad, pues aunque lo recomendado es la lactancia materna existen circunstancias en las que no puede realizarse, por tanto se puede utilizar fórmula hidrolizada y hasta después de los seis meses, añadir los suplementos alimentarios que aporten cantidades adicionales de vitamina C, vitamina A, complejo B, calcio, zinc y hierro, componentes principales de la leche materna, pues administrarlos antes de esa edad, podría generar un factor de obesidad infantil.
En cuanto al uso de té, café u otras bebidas mexicanas como el atole, el arroz con leche, jugos o licuados, los expertos recomiendan evitarlos, pues en contra de la creencia popular, estas bebidas son de bajo valor nutricional.
Para la introducción de alimentos sólidos de alto valor nutrimental, el doctor Romero indica que la carne (no embutidos) contiene el nivel proteico más alto junto con las semillas y las verduras, posteriormente se encuentra la leche de vaca y de algunas semillas, pues aunque tiene valor proteico, es no es el necesario para favorecer el óptimo crecimiento del pequeño.