El 80 % de la población tendrá un episodio de
dolor en su vida. La mitad corresponde a
dolores de espalda, sobre todo lumbares, y de estos se cronifican entre 5 y el 20 %. El impacto que supone en Europa dicha cronificación es de 300 billones de euros al año, lo que representa entre 2 y 3 % del PIB. En España esas cifras son de 9.000.000 de euros al año y un 0,68 % del PIB.
Estos datos se desprenden del informe
Los costes de la cronificación del dolor lumbar y cervical, en el que ha participado el
Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), con el apoyo de la Fundación para la Formación del Consejo (FFOMC) y con el patrocinio de laboratorios Zambon. El informe está a disposición de los facultativos en el formato Guía de las Pautas de Actuación y Seguimiento (PAS) en dolor cervical y lumbar agudo.
José María Rodríguez Vicente, secretario del CGCOM y coordinador general del Programa PAS, ha comentado que el
dolor cervical y lumbar son la segunda causa de incapacidad laboral transitoria de nuestro Sistema Nacional de Salud. Es importante detectarlo de forma precoz para que pueda implantarse desde el inicio el tratamiento para así poder evitar las patologías asociadas y los costes indirectos. Hay que recordar que los pacientes con
dolor crónico tienen más riesgo de depresión y ansiedad.
Costes directos e indirectos
Por su parte, Pedro Novás Rodríguez, economista y responsable del Informe, ha indicado que existen pocos estudios relevantes sobre el
dolor y su cronificación, por lo que los datos del reporte hay que tomarlos con cautela. El experto se ha centrado en costes directos e indirectos de la lumbalgia.
Los primeros se refieren a los derivados de práctica clínica, ascienden a 2.280 millones de euros, de los cuales 948 millones son de las consultas al médico. De hecho, más de 2 millones de consultas anuales en Atención Primaria son por lumbalgia.
Pero los costes indirectos son los que más gastos suponen, cerca del 75 % del total. Aquí se incluyen la pérdida de productividad, el absentismo laboral o los riesgos para la salud mental. De media, las jornadas laborales perdidas por lumbalgia son 52 millones, que se traduce en 2.500 millones de euros. Es la mayor causa de incapacidad laboral en menores de 50 años; el 22 % de los afectados pierde el empleo, el 8 % cambia de puesto, el 27 % acaba abandonándolo.
A estos costes hay que sumar los efectos psicológicos. Las personas con
dolor crónico tienen cuatro veces más probabilidades de desarrollar depresión o ansiedad y el doble de riesgo de suicidio que las personas sin
dolor crónico.
Del informe también se desprende que el
dolor está infratratado. El 37 % espera 5 años para recibir un diagnóstico sobre la procedencia de su
dolor, mientras que el 29 % no percibe un tratamiento adecuado para el
dolor.
Formación
Elena Fernández Martínez, coordinadora técnica de la FFOMC, ha destacado el papel de
La Guía de las Pautas de Actuación y Seguimiento (PAS) en dolor cervical y lumbar agudo. “Se trata de documentos prácticos para el profesional que ayudan también al paciente”.
Esta guía, avalada por la Sociedad Española del Dolor y por la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria, se ha transformado en un curso de la FFOMC, que están acreditados por la vía europea con 20 créditos y con 3 créditos del SNS.
La
Guía de las Pautas de Actuación y Seguimiento (PAS) en dolor cervical y lumbar agudo, publicada en 2022, incidió en algunas vías de tratamiento para hacer frente al dolor en su fase aguda y reducir el riesgo de cronificación. La
Guía PAS describió la importancia del tratamiento del dolor agudo y recomendó los AINE como tratamientos de primera línea para dolores tipo lumbalgia y cervicalgia aguda por su acción antiinflamatoria y analgésica.
Dentro de los AINE no selectivos, destacó por su buen perfil de seguridad y eficacia, el papel del naproxeno, ibuprofeno, y las asociaciones de Ibuprofeno con sales como L-arginina que favorecen la rápida absorción del Ibuprofeno.
La
medical advisor de la compañía farmacéutica Zambon, Ana Suárez, ha recalcado el compromiso de su compañía con la
lucha contra el dolor. “Se trata de una patología que repercute en la calidad de vida del paciente. No podemos olvidar que detrás de esto hay un paciente”.
También ha apostado por iniciativas para concienciar a la sociedad sobre el problema que supone el
dolor, ya que en ocasiones se puede llevar a banalizar. En cuanto aparezca, hay que acudir a un profesional sanitario para evitar el riesgo de que se cronifique.