Luis Rodríguez Padial, presidente de la
Sociedad Española de Cardiología, quiere seguir trabajando en mejorar la calidad asistencial cardiológica, fomentando la formación y la investigación.
¿Cuáles son los objetivos prioritarios de la Junta Directiva de la SEC?
Nuestros objetivos pasan por seguir trabajando en desarrollar estrategias para mejorar la calidad de la atención. La SEC lleva años con el proyecto RECALCAR, que recoge información de los pacientes ingresados. Consideramos esos datos para ver cómo se comportan los servicios y cómo podemos mejorar. Además, nos ayuda a establecer estrategias de mejora.
¿Se recoge la opinión de los pacientes?
Queremos añadir la opinión del paciente. Hasta ahora sabemos muy bien, con la información de la que disponemos, cómo tratamos a los pacientes y qué resultado obtenemos a corto plazo, pero queremos añadir su opinión. Para ello vamos a trabajar con la plataforma de pacientes que ha hecho la Sociedad Española Cardiología, dentro de la Fundación Española del Corazón. En dicha plataforma queremos desarrollar estrategias para saber qué opinan los pacientes del tratamiento que reciben. Además, queremos tener acreditados algunos de los procesos con los que trabajamos en la Casa del Corazón y desarrollar también un código interno ético de funcionamiento, que en una entidad como la nuestra es importante.
¿Dónde más están poniendo el foco?
En trabajar para que haya un mayor conocimiento sobre la importancia de la enfermedad cardiovascular en la mujer. La patología cardiovascular es la principal causa de muerte y enfermedad en las mujeres, más incluso que los hombres. Pero las mujeres están concienciadas de otros problemas de salud, que son importantísimos como es el cáncer, pero no de la enfermedad cardiovascular. Queremos poner el acento en que conozcan ese riesgo.
¿Cómo quieren dar a conocer el riesgo cardiovascular en la mujer?
Hicimos una encuesta sobre el conocimiento de este problema y resulta que es solo un 25 por ciento de los encuestados, que eran más de 1000 personas, eran conscientes de la importancia de la enfermedad cardiovascular en la mujer, por lo que hay un 75 por ciento que piensa que son otras patologías las responsables de la mortalidad femenina. Hemos hecho un programa, denominado Mujer y Corazón, para concienciar. El día 6 del de marzo, justo antes del día 8, para no coincidir con el día de la mujer, hicimos una reunión en la Casa del Corazón para concienciar sobre ese problema y cómo abordarlo. Queremos poner el acento en campañas de información a la población con la Fundación Española del Corazón. Queremos que la Sociedad Española de Cardiología lidere esa estrategia de concienciación de la sociedad y de las mujeres. Si la mujer no es consciente de que esa sea una causa importante, no tomará medidas preventivas con el mismo interés que hace el hombre.
¿Qué importancia tiene la investigación en este contexto?
Apoyamos otros proyectos de investigación y queremos poner el acento en un mejor conocimiento de la patología cardiovascular en la mujer. El hombre y la mujer se parecen en el 95 por ciento, pero hay matices. Por ejemplo, la enfermedad coronaria en la mujer presenta con mayor frecuencia disección coronaria espontánea, el
tako-tsubo, una serie de cuadros clínicos que también lo presentan hombres, pero que son más frecuentes en ellas. Por eso, estamos apoyando líneas de investigación en ese sentido para conocer mejor esas patologías.
¿Ese mejor conocimiento de la patología de la mujer mejorará la asistencia?
Sí y la prevención. Por eso, queremos fomentar que entren más mujeres en los ensayos clínicos para aumentar ese grado de conocimiento. Además, un par de las becas que oferta la SEC para investigación se van a dedicar específicamente a la patología cardiovascular en la mujer.
En cuanto a materia formativa, ¿cuáles son las prioridades de la SEC?
En materia de formación tenemos una comisión de formación que preside Ignacio Fernández Lozano, presidente electo, y en la que participan todas las secciones y las asociaciones de la Sociedad Española de Cardiología. La comisión es la que detecta las necesidades en esta materia. Estamos poniendo mucho acento en el tema de simulación, llevamos años haciendo curso de simulación para la formación a distintos niveles, que tiene mucha aceptación.
¿Cuáles son los aspectos que más les preocupan a los jóvenes cardiólogos?
Mantenerse informados, a través de nuevos cursos y nuevas actividades, sobre las nuevas técnicas.
Y, ¿cómo se plantea la formación?
Los cursos de simulación tienen mucho éxito; se están haciendo y se seguirán haciendo. Todos los años ofertamos becas de investigación. Nos gastamos casi 1.000.000 de euros en becas en proyectos de investigación. Además tenemos el proyecto de cardiología de la mujer.
¿Cuáles son las fortalezas de la Cardiología española?
Creo que está muy desarrollada y tiene profesionales muy bien formados. Por ejemplo, en Estados Unidos no tienen una formación tan completa en clínica como la que tenemos nosotros aquí. De hecho, en España un cardiólogo general puede hacer un ecocardiograma básico, cosa que en Estados Unidos tienes que hacer una formación específica para poder hacerlos. Aquí, los cardiólogos están bien formados, pueden hacer un ecocardiograma del máximo nivel, luego ya te puedes especializar más. También disponemos de muchos centros donde hay formación en investigación básica, ya que conviene estimular el interés por la formación y por la investigación, no solo básica sino clínica.
¿Cómo se está materializando?
La SEC está haciendo un esfuerzo apoyando la formación de registro de la actividad clínica. Llevamos años haciendo el registro de marcapasos, el registro de desfibriladores, registro de hemodinámica… y queremos contribuir a hacer registros de actividad clínica, que complementen al RECALCAR.
Y, ¿las debilidades que tiene la Cardiología española?
Creo que hay que dotar mejor a los hospitales de tecnología. Siempre nos centramos en los grandes hospitales, pero hay centros pequeños en los que los pacientes también requieren asistencia cardiológica y es difícil encontrar y mantener profesionales. Hay que ver cómo se incentiva, porque sería la forma de poder extender la calidad de la Cardiología en España. Una opción puede ser estableciendo redes de trabajo con esos centros, pero también que los profesionales puedan estar a caballo entre dos centros. Es un problema importante que se está intentando resolver poco a poco.
¿Qué se está haciendo?
Se está trabajando para superar estas debilidades. Estamos pendientes de reunirnos con el Ministerio para poder trabajar en este sentido y poner en la mesa nuestras propuestas a los problemas que tiene el Sistema Nacional de Salud. Otro de los proyectos que tenemos en marcha es trabajar más con los países de Iberoamérica y establecer una red de colaboración.
¿Qué relación tenéis con las sociedades europeas e internacionales a la hora de trabajar?
Con la Sociedad Europea de Cardiología participamos en distintas actividades, como el congreso. Este año tenemos unas actividades en colaboración con la sociedad francesa, que una de las grandes sociedades, y tenemos socios que nos representan en los organismos de decisión dentro de la europea. De hecho, este año hay elecciones y aunque tenemos representación, nos gustaría aumentarla. Lo que pasa es que eso más que a nivel de SEC es a nivel individual. Normalmente, se empieza en las sociedades de imagen y te vas presentando a las distintas elecciones y poco a poco se va subiendo puestos en esa sociedad. Lo importante es que se esté ahí, que se participe en las distintas sociedades y que vayamos creciendo en socios.
¿Cómo definiría la asistencia cardiológica en España?
Creo que es bastante buena, pero como todo, es mejorable. Cuando se compara con otros países no está mal, pero aun así, dentro de España, hay diferencias entre las distintas comunidades. Es una realidad que destacamos en el registro RECALCAR. Hay comunidades, como por ejemplo Madrid, que tiene hospitales del máximo nivel, por lo que la mortalidad cardiovascular es menor; mientras que hay otras comunidades en las que la mortalidad es mayor por distintos factores, entre ellos que hay menos hospitales, menos dotación y es más difícil atraer profesionales. Por eso, había que hacer un esfuerzo para homogeneizar esta situación.
En este sentido, ¿hay el suficiente número de cardiólogos en España?
En España se van a producir muchas jubilaciones y van a faltar cardiólogos en el futuro, sobre todo para atender las necesidades en los hospitales más pequeños. De hecho, en los grandes centros no hacen faltan cardiólogos, pero sí en los comarcales. Hay que buscar un equilibrio para incentivar que haya una cierta redistribución. La SEC ha hecho una encuesta porque no se sabe cuántos cardiólogos hay. De hecho, hay un problema serio de los hospitales pequeños. Estamos trabajando en esas encuestas para el Ministerio y para conocer cuál es la situación de los cardiólogos, dónde trabajan, qué porcentaje trabaja en la privada, qué dificultades hay para ir a los hospitales pequeños... Queremos proponer soluciones en ese sentido.
A nivel asistencial, ¿con qué especialidad tienen más relación?
La verdad es que a nivel asistencial con las especialidades técnicas, por las ecocardiografías. También con Medicina Interna, Neumología y Neurología. Cualquier paciente que haya tenido un ictus hay que hacerle un ecocardiograma para ver si ha habido consecuencias cardiacas. Además, tenemos mucha relación con Geriatría. No puedo dejar pasar por alto el trabajo conjunto con Cuidados Intensivos y, obviamente, con Cirugía Cardiaca que trabajamos en equipo la mayoría de las veces.
¿Cómo es la coordinación con esas especialidades?
Es variable dependiendo de los centros, pero siempre procuramos que sea ágil. Desde la SEC establecemos protocolos de colaboración en patologías que son en comunes.
¿Qué papel tiene FACME en la coordinación?
Es importante no solo en la coordinación entre nosotros, sobre todo en la relación de las sociedades científicas con el Ministerio. Es bueno que estemos agrupadas y tengamos proyectos en común, ya que hacemos más juntas, sobre todo cuando tenemos que trabajar con el Ministerio. De hecho, llevamos tiempo pidiendo que se actualice la formación de los especialistas. Creo que obtenemos más todos juntos que si cada sociedad científica va por su cuenta. Aquí FACME juega un papel muy importante.
¿Es importante la prevención cardiológica?
Sí y se está haciendo bien. La prevención cardiovascular es fundamental, pero queda mucho trabajo por hacer. Si miramos a los datos, uno de los aspectos de la prevención que es el control de los factores de riesgo. La mayoría de los pacientes de alto riesgo no tienen el colesterol bien controlado y lo mismo ocurre con la presión arterial. Pero hay otro aspecto fundamental y es la prevención primaria. Hay que hacer más esfuerzo en actuar sobre la población antes de que tenga ningún problema cardiovascular. Hay que fomentar una dieta sana y un ejercicio físico adecuado y adaptado a cada paciente. Ni el Ministerio ni las consejerías hacen hincapié en eso, pero desde la Fundación del Corazón, sí. Se gasta más dinero en la prevención de los accidentes de tráfico, pero la mortalidad cardiovascular es mayor.
¿Qué se puede hacer para concienciar más a la población general?
Hay que llevar la prevención a la educación, en las escuelas hay que recomendar hábitos de vida saludable. Con una dieta sana y ejercicio físico, que es lo básico, previenes un montón de factores de riesgo. Al que ya está obeso, que pierda peso, y el que tiene ya patología cardiovascular, que vaya a su médico. Se debe hacer un abordaje adaptado a cada situación concreta.