Ser un búho nocturno se asocia con un riesgo un 19 por ciento más elevado de desarrollar diabetes a lo largo de la vida. Eso sí, en dicha asociación también influye el estilo de vida. Esta es una de las principales conclusiones de un estudio que se publica este lunes en Annals of Internal Medicine.
El equipo de Tianyi Huang, epidemiólogo del Hospital Brigham and Women's, en Massachusetts, ha visto que las personas que se acuestan y se levantan más tarde tienen un estilo de vida menos saludable y, por lo tanto, un mayor riesgo de desarrollar diabetes, cuando se comparaban con los que se acostaban y despertaban temprano.
El cronotipo, es decir las preferencias sobre el sueño, tiene una determinación genética, lo que le hace que sea complicado de modificar. Por eso, las personas noctámbulas tienen que prestar más atención a su estilo de vida, ya que su cronotipo vespertino hace que tengan más probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2.
Para llegar a esta conclusión, el equipo de investigadores se centró en el hecho de que las personas con horarios de sueño más irregulares presentan un mayor riesgo de desarrollar diabetes y enfermedades cardiovasculares. De hecho, las que muestran cronotipos vespertinos son más propensas a tener patrones de sueño irregulares. Para este estudio, quisieron entender la relación entre el cronotipo y el riesgo de diabetes, y también examinaron el papel del estilo de vida.
Estudio de Salud de las Enfermeras
El equipo analizó datos de 63,676 enfermeras que participaban del Estudio de Salud de las Enfermeras II, información que se recogió entre 2009 a 2017. Las participantes señalaron cuál era su cronotipo: si eran más aves nocturnas o madrugadoras, su dieta, el peso, el índice de masa corporal, sus horarios de sueño, si eran fumadoras, bebían alcohol, el tipo de actividad física que realizaban y si tenían historia familiar de diabetes. Tras analizar los datos constataron que más o menos el 11 por ciento de las participantes clasificaron su cronotipo como nocturno, mientras que el 35 por ciento lo definió como matutino. La población restante, alrededor de la mitad, fue etiquetada como intermedia, lo que significa que no se identificaron ni nocturnas ni diurnas. Con estos datos, el grupo de Huang observó un aumento del 72 por ciento en el riesgo de diabetes antes de tener en cuenta los factores de estilo de vida. Después de tener en cuenta los factores de estilo de vida, el cronotipo vespertino se asoció con un aumento del 19 por ciento en el riesgo de diabetes.Hábitos de vida
Dicho porcentaje se reducía al 6 por ciento en las participantes que tenían un estilo de vida más saludables, aunque su cronotipo fuera vespertino. Entre aquellas con los estilos de vida menos saludables, el porcentaje llegaba al 25 por ciento. Además, se vio que las enfermeras con cronotipos vespertinos eran más propensas a consumir una mayor cantidad de alcohol, tener una mala dieta, dormir menos horas por noche, fumar y tener un peso, índice de masa corporal y tasas de actividad física nada saludables. Los investigadores han podido ver que cuando hay una modificación de estilo de vida no saludable, la relación entre el cronotipo vespertino y el riesgo de diabetes es menor, aunque existente. Esto puede explicar que unos hábitos de vida insanos favorecen la aparición de diabetes tipo 2.Turnos de trabajo
Un dato curioso que han destacado los autores del trabajo es que la relación entre el cronotipo vespertino y el riesgo de diabetes se observó en las enfermeras que trabajaban en turnos de día, no en las que hacía turnos de noche. 'Cuando el cronotipo no coincidía con las horas de trabajo, observamos un aumento en el riesgo de diabetes tipo 2. Eso es otro hallazgo muy interesante, que sugiere que tener una programación de trabajo más personalizada puede ser beneficiosa para la salud', ha detallado Huang. El siguiente paso que quiere dar el grupo de Huang es centrarse en los determinantes genéticos del cronotipo y su asociación con enfermedades cardiovasculares, además de la diabetes, en una cohorte de mayor tamaño. 'Si podemos determinar un vínculo causal entre el cronotipo y la diabetes u otras enfermedades, los médicos podrían adaptar mejor las estrategias de prevención para sus pacientes', han comentado los autores del trabajo.- Kianersi, S. et al. “Chronotype, unhealthy lifestyle, and diabetes risk in middle-aged U.S. women: a prospective cohort study in the Nurses’ Health Study II”. Annals of Internal Medicine. DOI: 10.7326/M23-0728.