En el pico de la primera ola, se ofertaron
nuevos empleos sanitarios para reforzar las plantillas por la situación generada por la COVID-19. Entonces,
la cifra que dio el Ministerio era de 94.000 nuevos contratos. Sin embargo,
muchos de estos contratos están llegando a su fin. Todo ello supone la pérdida de empleos sanitarios en un momento de crisis del sector y en el que sigue habiendo una importante demanda.
A este respecto, se manifestaba el presidente del sector de Sanidad de CSIF, Fernando Hontangas. Según el mismo fueron
más de 13.000 los despidos a sanitarios efectuados el 31 de septiembre en toda España. Pese a ello, calcula que
se van a producir 50.000 más en los próximos meses. Todo ello como consecuencia de la finalización de los 'contratos COVID'.
'Las CC. AA. van a mantener estos contratos dependiendo de la evolución de la pandemia. Con lo cual, si la pandemia baja, estas personas serán despedidas”, ha remachado. “Ojalá baje la tendencia de la pandemia, pero no estamos de acuerdo con que estos profesionales sean despedidos”. Tal y como recuerda, “
las listas de espera que se han generado a partir de la pandemia, con patologías no tratadas, con enfermedades que tienen una demora que ha aumentado muchísimo, estos contratos son irremediablemente necesarios', apostilla.
Necesidad de empleos sanitarios
Más allá de las listas de espera, la necesidad de empleos sanitarios es una reclamación previa a la pandemia. Fernando Hontangas recuerda que España ya sufre un déficit de profesionales con respecto a los países europeos del entorno.
'Nos faltan 144.000 enfermeros en todo el sistema. De los mismos, 28.000 solamente en Atención Primaria, un dato demoledor'.
A estos datos se les suman nuevas campañas de vacunación, como la tercera dosis de la COVID y la gripe. No obstante,
el cierre de los vacunódromos COVID-19, que hará que las terceras dosis a los mayores de 70 años se inyecten en los centros de salud. Todo ello acumulándose con la campaña de vacunación de la gripe de este año.
Actualmente, las listas de espera en AP son de hasta 15 y 20 días. supone una sobrecarga de trabajo, pacientes que acuden sin cita previa con problemas de salud, bajas del personal sanitario por agotamiento o COVID persistente y deterioro de infraestructuras e instalaciones.
