Los cambios bruscos de temperatura caracterizan la época invernal en algunos países del mundo, es la temporada en la que, sin darnos cuenta, la piel se encuentra expuesta al cambio de ambiente y puede presentarse resequedad, irritación y comezón, así como piel agrietada, como es el caso de pies y manos, mejillas, orejas y labios.
La especialista, Karla Reyes Delgado, doctora de la Fundación Mexicana Dermatológica (FMD), aseguró que no solamente deben preocuparse por evitar las enfermedades respiratorias, también es muy importante proteger la piel de los daños que puede causar el frío.
Es necesario comprender que en algunos casos como en el de los pacientes diabéticos, la piel necesita una mayor atención ya que paulatinamente se puede producir un cambio en las sustancias que mantienen una piel sana como el colágeno.
Para evitar malestares debemos mantener lubricada nuestra piel con cremas, de preferencia blancas y sin aroma, cuya aplicación debe ser diaria, por ejemplo después del aseo habitual, sobre todo si la piel ha presentado comezón sin causa alguna aparente, pues es el primer síntoma de resequedad o deshidratación, comentó la doctora.
Es importante también beber suficientes líquidos y si es necesario repetir la aplicación de cremas hidratantes las veces que sea necesario, además de tener cuidado con los climas sintéticos como los calentadores, o no colocarlos a menos de un metro y medio de distancia, pues un intenso calor irradiado también puede provocar la irritación.
La especialista destacó que en cualquier época se debe hacer una fotoprotección durante esta época, toda vez que en los centros vacacionales de invierno la radiación ultravioleta se multiplica debido a la reflexión de los rayos solares en la nieve, por ello también se recomienda utilizar protección física como guantes, sombreros y lentes con tratamiento Ultra Violeta.
Existen grupos con mayor sensibilidad como los pacientes que tienen dermatitis atópica, que consiste en un problema inflamatorio y crónico de la piel que afecta en un 20 por ciento a la población infantil, o las personas con síntomas como inflamación, comezón o prurito y dolor provocados por el descenso en las temperaturas), sobre todo en las partes distales de manos, pies y orejas.
En todos los casos, finalizó la doctora Reyes Delgado, es importante no utilizar estropajos y preferir sustitutos de jabón o limpiadores suaves, es decir, con un Ph similar al de la piel y, en caso de alguna duda, es importante visitar a su especialista en dermatología, quien determinará las acciones pertinentes y el tratamiento más adecuado.