En conmemoración del Día Mundial del Asma, la Secretaría de Salud compartió cifras del Instituto Nacional de Geografía y estadística en que aseguran que el 8 por ciento de la población mexicana tiene este padecimiento y que se espera una mayor incidencia.
Para el 2020 se pronostica que los pacientes lleguen hasta 15 millones, por lo que la Organización Mundial de la Alergia (WAO) considera que puede ser una epidemia mundial. Los principales factores de este aumento se encuentra en el cambio climático pues al elevar y disminuir la temperatura de manera repentina compromete al sistema respiratorio.
Según estudios internacionales como el estudio ISAAC, reportó que en México la prevalencia de rinitis alérgica variaba del 11 por ciento en pacientes de 6-7 años, hasta n un 15 por ciento en el grupo de 13 años, un 6 por ciento en Dermatitis atópica y 8.5 por ciento en asma, comentó para El Médico Interactivo México el doctor Francisco Saynes, otorrinolaringologo certificado por el Consejo Mexicano de Otorrinolaringología.
Según algunos estudios, cualquier alergia que se afecte nariz, ojos, conducto lacrimonasal, oído medio, faringe, pulmones y hasta cuerdas vocales con síntomas como secreción nasal y picazón pueden provocar, a su vez, síntomas asmáticos, que sin un control adecuado de su factor alérgeno puede convertirse en asma de manera potencial.
La mala calidad del aire, sobre todo en las grandes ciudades como es la Ciudad de México, Monterrey, Toluca, Salamanca y León es otro factor que empeora de manera rápida la condición alérgica del paciente al estar expuestos a gases tóxicos de la industria, humo de tabaco y los hidrocarburos.
Los casos en cada persona son diferentes, algunos empeoran a medio día cuando la proliferación del polen está en auge, mientras que en otros casos se manifiesta durante la noche provocando disnea, sibilancias que pueden variar en su intensidad.
Científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México compartieron en conjunto con la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe), algunas recomendaciones para contrarrestar los efectos nocivos durante las contingencias ambientales o la proliferación de polen.
Las medidas son permanecer en interiores desde las 13 a las 19 horas, monitorear síntomas o reacciones nuevas durante tratamientos farmacológicos de otras morbilidades y mantener una buena hidratación. En caso de un descenso de temperatura, mantener cubiertas las vías aéreas.
El asma sólo puede controlarse mediante diversos medicamentos sintomatológicos que pueden administrarse a corto o largo plazo y revierten la inflamación y previenen las crisis.
Las soluciones salinas, los antihistamínicos, esteroides tópicos, y antileucotrienos, cada uno tiene una función específica y un momento para tratar la enfermedad
Cuidar una alergia adecuadamente puede prevenir el asma
Para el 2020 se pronostica que los pacientes lleguen hasta 15 millones y os principales factores de este aumento se encuentra en el cambio climático pues al elevar y disminuir la temperatura de manera repentina compromete al sistema respiratorio
Rebeca Flores
3 de mayo 2018. 1:30 pm