En México las enfermedades lisosomales están cubiertas por el Seguro Popular a pesar de ser padecimientos muy raros, ya que se estima que hay un caso por cada 150.000 niños nacidos vivos.
En 2015, el sector público destinó la cantidad de 135 millones de pesos para atender a 45 niños en el Instituto Nacional de Pediatría (INP) y en los Servicios de Salud de Guanajuato.
Los padecimientos lisosomales son hereditarios y se presentan por la falta de una enzima en los glóbulos blancos encargados de limpiar la sangre. Cuando eso sucede se dañan diferentes órganos, además de ocasionar alteraciones neurológicas.
El jefe del departamento de Medicina Interna y de la Clínica de Enfermedades Lisosomales del INP, doctor Luis Carbajal Rodríguez, informó que este Instituto es un Centro de Referencia de Enfermedades Metabólicas, donde se atienden a 25 pacientes con diversas patologías del depósito lisosomal de diferentes estados del país. En 2015, el Instituto recibió 85 millones de pesos del Seguro Popular para la atención de pacientes.
Por su parte, el director del INP, Alejandro Serrano Sierra, mencionó que el INP colabora con la Secretaría de Salud de Guanajuato en la formación de recursos humanos, investigación y modelos de atención de vanguardia. 'Esta sinergia y apoyo entre instituciones responde a las necesidades de atención que actualmente demanda el perfil epidemiológico del país'.
A través de estas alianzas se busca que la Medicina de especialidad y alto nivel de los Institutos Nacionales de Salud se replique en las unidades médicas del interior de la República.
El secretario de salud de Guanajuato, el doctor Ignacio Ortiz Aldana, señaló que en el Estado se cuenta con cinco centros acreditados por el Seguro Popular para el diagnóstico y atención de enfermedades lisosomales, de los 23 que hay en todo el país.
En esta entidad se atiende a 37 niños, 20 de ellos a través de la cobertura del Seguro Popular, el cual aportó el año pasado 50 millones de pesos para su atención, el resto de pacientes cuenta con seguridad social.
Ortiz Aldana explicó que actualmente los 20 niños son atendidos en los hospitales generales de Acámbaro, San Luis de la Paz, Celaya y León, así como en el Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío de injerencia federal.
El secretario destacó que es muy importante el diagnóstico temprano de estas enfermedades raras porque los pacientes desarrollan comorbilidades como alteraciones en el hígado, en pulmón, corazón o problemas foniátricos o audiológicos.
Finalmente cabe destacar que los 25 pacientes con enfermedades lisosomales que son atendidos en el INP provienen de los estados de México, Hidalgo, Tlaxcala, Morelos y Veracruz, lugares que no cuentan con la infraestructura médica para atender adecuadamente a los pequeños que nacen con esta deficiencia de glóbulos blancos.