La dependencia se entiende como un tema preocupante, pero todavía se toman pocas medidas para afrontar sus costes, pese al previsible empeoramiento de la situación

La Fundación AstraZeneca, en colaboración con la Universidad Europea, ha elaborado un informe con las previsiones para los próximos diez años en materia de atención sociosanitaria. El llamado Informe 'Horizonte 2022', recoge la opinión de 400 cuidadores de personas dependientes y de 400 posibles dependientes en el futuro, es decir, personas de alrededor de los 55 años. No se trata por tanto de hacer una propuesta concreta, sino de conocer la opinión social a este respecto. Entre sus principales conclusiones la más destacada es que casi el cien por cien de los encuestados coincide en que 'la dependencia es un tema clave en la sociedad española y que terminará siendo un problema importante en el futuro'. Así lo certificaba José María Sansegundo, coautor de este documento. La otra gran conclusión, es que se prevé que los servicios públicos no podrán cubrir adecuadamente esta demanda, además de que no se tendrán los recursos suficientes para afrontarlo. La cuestión es que pese a darse cuenta de la situación, pocos de los entrevistados afronta una posición reactiva, ya que entre los cuidadores solo el 34,5 por ciento está tomando medidas para afrontar la situación, y de entre los posibles dependientes a futuro, sólo el 22 por ciento.

Otro dato significativo es que si bien actualmente el 90,3 de los dependientes reside en el propio domicilio, en el futuro se plantéalo hará el 61,8 por ciento, por lo cual, el 32 por ciento de los dependientes que ahora mismo residen en su domicilio precisarán de una residencia en 2022, por lo que también habría que anticiparse a esta demanda. En cuanto al estado de salud, actualmente la media es de regular o malo. Sin embargo, en 2022 se plantea que si actualmente la cifra de dependientes en niveles de salud malos o muy malos es de 38,2, entonces aumentaría hasta el 81 por ciento. Todos estos datos anticipan un empeoramiento general de toda la asistencia sociosanitaria.

Tal y como explicaba el otro coautor del texto, Julio Sánchez Fierro, 'se trata de un cambio cualitativo y cuantitativo'. Según los datos que aportaba, si actualmente la población mayor de 65 años supone un 18 por ciento, se calcula que en 2040 supondrá un 30 por ciento, y en 2050 de un 36 por ciento.

Aseguramiento público y privado

Otro de los datos que se analizaba en este estudio era saber cómo podría ser financiada esta asistencia, si bien la situación de las familias es actualmente tan crítica como la del Estado, actualmente principal proveedor de este tipo de servicios. De hecho, al igual que sí que existe un aseguramiento complementario a las pensiones, apenas existen asegurados respecto a esta futura o actual cobertura sociosanitaria.

Sánchez Fierro explicaba que si bien la palabra copago se evitaba, sí es cierto que gran parte de los entrevistados apostaba por tasas que pudieran suponer un extra a la financiación, siempre y cuando estas fueran establecidas en función de la renta. Eran menos los que apostaban por una subida de impuestos más generalizada, pero de los mismos, la gran mayoría sólo las apoyaba en caso de que se tratasen de impuestos finalistas.