Investigador mexicano, especialista en óptica y dinámica de fluidos complejos, presente en la primera intervención con una nueva alternativa tecnológica que permite detectar casi en tiempo real la coagulación sanguínea. Esta tecnología se aplica en una cirugía para corregir una malformación genética en el corazón de un recién nacido.
El procedimiento estuvo encabezado por el cirujano cardiaco pediátrico William DeCampli, del Hospital Infantil Arnold Palmer, en Florida y en la cual participó José Rafael Guzmán Sepúlveda, actual investigador del
Cinvestav Monterrey, especialista en óptica y dinámica de fluidos, junto con cirujanos, enfermeras, anestesiólogos y técnicos perfusionistas (operadores del equipo de
bypass).
Coagulación sanguínea en cirugías
El objetivo de contar con un especialista en óptica y dinámica de fluidos es buscar una alternativa tecnológica para monitorear, prácticamente en tiempo real, el estado de coagulación de la sangre durante estos procedimientos, pero ahora con una nueva tecnología que ofrece resultados en 15 minutos y no en 50 minutos, como se realizaba anteriormente.
Las cirugías para corregir malformaciones cardiacas congénitas son realizadas a corazón abierto, es decir, que requieren bypass cardiopulmonar, técnica en la que son desconectados el corazón y los pulmones, al tiempo que la sangre es bombeada al resto del cuerpo por una máquina de circulación extracorpórea.
Este procedimiento puede ocasionar coágulos por lo que, pese a la administración de anticoagulantes, es necesario monitorear el estado de coagulación de la sangre, ya que los químicos empleados para tal fin van perdiendo su efecto.
Cambio de paradigma en la detección de coágulos
Los investigadores sugirieron emplear un elemento ordinario como la luz, para determinar la coagulación de la sangre, utilizando un dispositivo basado en fibra óptica, lo que representa un cambio de paradigma, pues mide la viscoelasticidad del plasma utilizando a los eritrocitos o glóbulos rojos como reporteros de su propio entorno.
A través de fibras ópticas se envía un haz de luz hacia la muestra de sangre y por esa misma vía se lleva a un detector que determina la condición de la sangre con ayuda de el movimiento de los eritrocitos produce fluctuaciones aleatorias de la luz, mismas que pueden ser asociadas a las propiedades reológicas.
Funcionamiento del detector
De acuerdo con el investigador, 'el aparato es similar al de un interferómetro de camino común, pero usamos fibra óptica para conducir un haz de luz de espectro ancho. La punta de la fibra se introduce en el material a estudiar donde capta la información sin que sea susceptible de ruido o perturbaciones externas, como vibraciones mecánicas”, explicó el investigador del Cinvestav Monterrey.
“En ese caso medimos el movimiento de los organelos dentro de las células de forma pasiva, sin contacto y sin marcadores fluorescentes. Este proceso es una mejora que abre muchas posibilidades para el uso de este sensor”, refirió Guzmán Sepúlveda.