23 de diciembre 2013. 4:53 pm
MADRID (EUROPA PRESS)Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, en Estados Unidos, han desarrollado un método de administración de genes muy buscado en el campo de la terapia génica: un virus desactivado portador de un gen de interés…
MADRID (EUROPA PRESS)
Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, en Estados Unidos, han desarrollado un método de administración de genes muy buscado en el campo de la terapia génica: un virus desactivado portador de un gen de interés que puede inyectarse en el torrente sanguíneo y dirigirse a las células adecuadas. En este primer estudio de prueba de concepto realizado en ratones, según informa en su último número la revista Plos One, los científicos han demostrado que pueden apuntar a los vasos sanguíneos tumorales en los ratones sin afectar a los tejidos sanos.
'La mayoría de las terapias génicas actuales en humanos implican la extracción de células del cuerpo, su modificación y vuelva a introducirlas en el enfermo', explica David T. Curiel, profesor de Radiación en Oncología. A su juicio, esto limita la terapia génica a los tumores que afectan a los tejidos como la sangre o la médula ósea que se puede quitar, tratar y devolver al paciente, pero hoy en día, tras 30 años de investigación, 'no se puede inyectar un vector viral para entregar un gen y dirigirlo al lugar correcto'.
Los autores del Centro de Cáncer Siteman en el Hospital Barnes-Jewish de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington han diseñado un 'vector inyectable dirigible', es decir, un virus desactivado que se dirige al revestimiento interno de los vasos sanguíneos tumorales y no se adhiere en el hígado, un problema que ha abortado los intentos anteriores. Sobre la base de su propio trabajo anterior y otras investigaciones, estos expertos diseñaron este vector viral para activar su carga de genes sólo en los vasos sanguíneos anormales que ayudan a alientan y alimentan el crecimiento del tumor. Pero, a diferencia de la mayoría de las terapias dirigidas a los vasos vasculatura tumoral, el objetivo es no destruir el riego sanguíneo del cáncer.
'No queremos matar los vasos del tumor -dijo el autor principal Jeffrey M. Arbeit, profesor de Cirugía Urológica y Biología Celular y Fisiología-. Queremos secuestrarlas y convertirlas en fábricas de producción de moléculas que alteren el microambiente del tumor de manera que ya no se alimente el tumor. Esto podría detener el crecimiento del tumor en sí o cooperar con la quimioterapia y la radiación estándar para hacerlas más eficaces. Una de las ventajas de esta estrategia es que se podría aplicarse a casi todos los cánceres más comunes que afectan a los pacientes'.