Un equipo del Centro de Investigación sobre el Cáncer de Cambridge (Reino Unido) dirigido por el científico Pedro Pérez-Mancera ha conseguido descubrir un nuevo gen que no está activo en la progresión del cáncer pancreático, lo que abre la puerta al desarrollo de nuevos fármacos contra uno de los tumores más letales que existen.
Según los resultados de la investigación que publica la revista Nature, tanto en modelos experimentales como en humanos con cáncer de páncreas se ha confirmado que el gen USP9X está reprimido.
'Hemos encontrado que USP9X está ausente en, aproximadamente, el 15 por ciento de los pacientes y estos son los que tienen la menor esperanza de vida', ha señalado el investigador.
Además, los autores han confirmado que niveles bajos de USP9X favorecen el desarrollo de metástasis a distancia, la principal causa de mortalidad asociada a este tumor.
El hecho de se trate de un gen silenciado es una de las razones por las que los estudios de secuenciación genómica para encontrar mutaciones realizados en los últimos años no habían identificado este gen con anterioridad.
El problema del cáncer de páncreas es que no suele generar síntomas específicos y cuando se descubre, generalmente ya está diseminado por otros órganos, señala el experto.
Por ello, en la actualidad muchos grupos de investigación están trabajando en el desarrollo de técnicas de imagen molecular para la identificación de lesiones y en la detección de biomarcadores tumorales asociados a esta enfermedad oncológica.
Los científicos opinan que los resultados de este estudio son prometedores y abren la posibilidad del uso de fármacos denominados moduladores epigenéticos para reactivar la expresión de USP9X en los pacientes que expresan bajos niveles.
Para encontrar el gen USP9X los investigadores han utilizado un sistema llamado 'Transposón Bella Durmiente' (Sleeping Beauty Transposon System ), en alusión a los transposones, fragmentos de ADN 'saltarines' que pueden moverse por el genoma activando o inactivando genes.
Los científicos observaron que en sus experimentos en modelos experimentales, cuando el transposón inactivaba USP9X, se aceleraba el cáncer de páncreas. Después analizaron las muestras de pacientes y encontraron que esta asociación también era cierta en humanos.
De esta manera, los autores han descrito una nueva vía en la que, cuando el gen USP9X no se expresa, las células de cáncer pancreático no mueren y pueden proseguir con el desarrollo del tumor.