La exposición a la heroína induce un cambio molecular específico de la memoria en la región del cerebro amígdala basolateral
12 de septiembre 2013. 12:44 pm
Neurólogos en la Universidad de Western, en London, Ontario, Canadá, han descubierto el proceso molecular subyacente por el que se desarrolla la adicción a opiáceos en el cerebro. La adicción a los opiáceos es controlada en gran medida por la formación de poderosos recuerdos de…
Neurólogos en la Universidad de Western, en London, Ontario, Canadá, han descubierto el proceso molecular subyacente por el que se desarrolla la adicción a opiáceos en el cerebro. La adicción a los opiáceos es controlada en gran medida por la formación de poderosos recuerdos de recompensa que relacionan los efectos placenteros de las drogas opiáceas a desencadenantes ambientales que inducen ansia por la droga en las personas adictas, según la investigación, que publica Journal of Neuroscience.
El Grupo de Investigación de Adicciones, dirigido por Steven Laviolette, de la Escuela Schulich de Medicina y Odontología, fue capaz de identificar cómo la exposición a la heroína induce un cambio específico en una molécula que participa de forma importante en el control de los recuerdos relacionados con la adicción a los opiáceos, el síndrome de abstinencia y la recaída.
Mediante el uso de un modelo experimental con adicción a opiáceos, el equipo de Laviolette detectó el proceso de la adicción y el síndrome de abstinencia, activa un interruptor entre dos vías moleculares en la amígdala que controla cómo se forman los recuerdos de adicción a los opiáceos.
En el estado de no dependencia, los científicos encontraron que una molécula llamada señal extracelular relacionada con la quinasa o ERK, fue reclutada para los recuerdos de adicción en la fase inicial. Sin embargo, una vez que se desarrolló la adicción a opiáceos, observaron un interruptor funcional a una vía de memoria molecular separada, controlada por una quinasa dependiente de calmodulina II o CaMKII.
'Estos resultados arrojarán nueva e importante luz sobre cómo el cerebro se ve alterado por las drogas opiáceas y proporciona nuevos e interesantes objetivos para el desarrollo de tratamientos farmacoterapéuticos novedosos para las personas que sufren de adicción crónica a opiáceos', destacó Laviolette, profesor asociado en el Departamento de Anatomía y Biología Celular, Psiquiatría y Psicología.