Es la primera vez que se detecta en el torrente sanguíneo un factor capaz de rejuvenecer los tejidos
La hormona conocida como factor de diferenciación de crecimiento 11 (GDF11) disminuye con la edad y la inyección de esta hormona en modelos experimentales de edad avanzadas provoca una reversión de los signos de envejecimiento cardiaco, según los hallazgos de una investigación publicada en Cell…
La hormona conocida como factor de diferenciación de crecimiento 11 (GDF11) disminuye con la edad y la inyección de esta hormona en modelos experimentales de edad avanzadas provoca una reversión de los signos de envejecimiento cardiaco, según los hallazgos de una investigación publicada en Cell que aportan datos sobre las causas subyacentes de la insuficiencia cardiaca relacionada con la edad y pueden ofrecer una estrategia para el tratamiento de esta condición en los seres humanos.
La forma más común de la insuficiencia cardiaca relacionada con la edad implica engrosamiento del tejido muscular del corazón, pero hasta ahora, las causas moleculares y estrategias de tratamiento para esta enfermedad han sido difíciles de alcanzar.
Para identificar las moléculas en la sangre responsables de la insuficiencia cardiaca relacionada con la edad, un equipo liderado por Lee and Amy Wagers, del 'Harvard Stem Cell Institute' y el 'Joslin Diabetes Cente'r utilizó una técnica experimental bien establecida: unió quirúrgicamente pares de modelos experimentales jóvenes y viejos por lo que sus sistemas circulatorios de sangre se fusionaron en uno solo.
Después de la exposición a la sangre de los sujetos jóvenes, los viejos experimentaron una reversión en el engrosamiento del tejido muscular del corazón. Luego, los investigadores examinaron la sangre para ver cómo las moléculas cambian con la edad, descubriendo que los niveles de la hormona GDF11 fueron menores en individuos viejos en comparación con los jóvenes.
Por otra parte, los sujetos viejos tratados con inyecciones GDF11 experimentaron una reversión de los signos de envejecimiento cardiaco, al conseguir que las células del músculo del corazón se hicieran más pequeñas y el espesor de la pared muscular del corazón se pareciera al de los jóvenes.
'Si algunas enfermedades relacionadas con la edad se deben a la pérdida de una hormona circulante, entonces es posible que la restauración de los niveles de esta hormona resultara beneficiosa', dice Wagers. 'Tenemos la esperanza de que algún día, la insuficiencia cardiaca humana relacionada con la edad pueda ser tratada de esta manera', concluye.
