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La presencia de gases en el sistema digestivo se define con estos tres conceptos. La aerofagia consiste en la deglución espasmódica de aire y posterior eructo, con la intención de aliviar la sensación de hinchazón o distensión abdominal. Por su parte, la flatulencia es la distensión del estómago o del intestino por aire o gases y el meteorismo se refiere a la eliminación de gases por el ano mediante ventosidades para disminuir la distensión abdominal que dichos gases producen.
En condiciones normales, el volumen de gas intestinal se mantiene alrededor de los 200 ml, sin diferencias significativas entre ayunas y periodos posprandiales y estos datos se aplican tanto a pacientes con meteorismo como a individuos sanos.
El gas intestinal está compuesto por N2, H2, CO2 y CH4 (metano), en proporciones variables, ya que influyen varios factores como la edad, dieta...
En este contexto, hay que considerar que también hay una pequeña proporción de sulfhídrico, amoníaco, mercaptano y algunas aminas volátiles, que son el resultado de la fermentación bacteriana y producen mal olor.
Hay que recordar que el gas intestinal procede de tres fuentes básicas: deglución del aire atmosférico (aerofagia), producción intestinal y difusión a partir de la sangre.
La aerofagia, en sí misma, no suele constituir un problema de salud grave. Sin embargo, en algunos casos, puede generar molestias abdominales significativas, distensión abdominal y flatulencia excesiva.
Causas de la aerofagia
La deglución, tanto de alimentos como de saliva, conlleva la ingesta de una cantidad variable de aire que se incorpora a la cavidad gástrica. Este aire deglutido se elimina parcialmente a través de eructos, mientras que la fracción restante continúa su tránsito por el intestino hasta ser expulsado en forma de flatulencia. La cantidad de aire ingerido se ve modificada por el consumo de alimentos con alto contenido gaseoso, la ingesta de bebidas carbonatadas, masticar chicles, alteraciones dentales o trastornos psicológicos, como la ansiedad o la depresión.Diagnóstico
Con respecto al diagnóstico, un estudio publicado en Clinical Gastroenterology and Hepatology sugiere que la monitorización de la impedancia esofágica durante 24 horas permite documentar el aumento de las tasas de deglución de aire en pacientes en los que se sospechaba aerofagia por síntomas de cantidades excesivas de gas intestinal. Según sus autores, el objetivo principal del estudio era investigar si la aerofagia verdadera, definida como deglución excesiva de aire, está presente en pacientes con aumento de las colecciones de gas intestinal y si esto puede demostrarse utilizando la monitorización de impedancia. Es importante tener en cuenta que el estudio se ha hecho en un pequeño grupo de pacientes, por lo que son necesarias más investigaciones para dilucidar el papel de la deglución excesiva de aire en pacientes con síntomas como distensión abdominal y distensión abdominal y el valor clínico de la monitorización de la impedancia esofágica durante 24 horas en esta entidad. Este estudio aporta pruebas objetivas de la existencia del fenómeno conocido como aerofagia, definido como deglución excesiva de aire. Esos pacientes presentaban grandes cantidades de aire intestinal en las radiografías simples de abdomen y mostraron un número impresionante de degluciones de aire durante la monitorización ambulatoria de pH-impedancia de 24 horas. En estos pacientes, las frecuencias de deglución de aire observadas (521 ± 63/24 h) fueron muy superiores a las encontradas en voluntarios sanos (176 ± 24/24 h) o en pacientes con enfermedad por reflujo gastroesofágico (291 ± 36/24 h). Aunque el diagnóstico de la aerofagia es clínico, la citada prueba puede ayudar en determinados casos a detectarla con precisión, ya que en ocasiones es complicada de diagnosticar. Ante una flatulencia persistente, se hace indispensable una valoración médica completa para descartar posibles causas patológicas, como parasitosis intestinal, intolerancia a la lactosa, síndrome de malabsorción y otras enfermedades, como enfermedad celíaca, la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa, que pueden cursar con exceso de gases, como uno de sus síntomas. Así, en la consulta, el especialista indagará sobre los hábitos alimenticios, el historial médico y los síntomas del paciente. Además, se podrá solicitar la realización de exámenes complementarios, como análisis de sangre, pruebas de aliento o estudios de imagen, para confirmar o descartar las posibles causas de la aerofagia. Dependiendo de la sintomatología, se implanta el tratamiento. Hay disponibles una serie de fármacos que ayudan a reducir la cantidad de gases en el tubo digestivo. Además de esto, se recomienda masticar bien y comer despacio. Referencia:- Aerophagia: excessive air swallowing demonstrated by esophageal impedance monitoring. Gerrit J M Hemmink, Bas L A M Weusten, Albert J Bredenoord, Robin Timmer and André J P M Smout. Clinical Gastroenterology and Hepatology. org/10.1016/j.cgh.2009.06.029