Investigadores de la Cornell University (Estados Unidos) han visto que, al igual que sucede con el sueño, también hay un ciclo para la pérdida de peso y casi todo el mundo suele perder kilos durante la semana, cuando son días laborables, y ganarlos al llegar al sábado y el domingo.
En su estudio, en el que también han participado investigadores del Centro VTT y la Universidad Tampere (Finlandia), participaron 80 adultos de 25 a 62 años, a los que se les pidió que se pesaran todos los días antes de desayunar.
El tiempo mínimo de seguimiento fue de 15 días, pero hubo voluntarios que fueron analizados durante 330 días, y al final establecieron tres grupos en función de si habían ganado o perdido peso con respecto al inicio del estudio, o se habían mantenido.
De este modo, los resultados revelaron un patrón claro en la fluctuación del peso semanal, con un mayor peso los fines de semana que luego disminuía progresivamente a partir del lunes y alcanzaba su punto más bajo los viernes.
No obstante, la fluctuación variaba entre los que perdían y ganaban peso al final del estudio. Así, los que acabaron ganando peso mostraron una mayor variabilidad entre un día y otro y no experimentaban ningún descenso de peso durante los días laborables.
En cambio, en el otro grupo el 59 por ciento de los participantes alcanzó el peso máximo el domingo o el lunes y el 60 por ciento tocaba fondo los viernes o los sábados.
Esta fluctuación tiene lógica, explican los autores, ya que los fines de semana la gente tiene más tiempo para salir a comer, si bien se observa como muchos tratan de tomar medidas para revertir esta tendencia al llegar de nuevo al lunes.
