Una dieta rica en grasa podría afectar al metabolismo de la dopamina en el cerebro, lo que provocaría un comportamiento ansioso y deficiencias de aprendizaje, propias del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), según estudio realizado por investigadores de la Universidad de Illinois (Estados Unidos).
Administrando metilfenidato, los problemas de aprendizaje y memoria desaparecieron, ha puntualizado el autor principal del estudio Gregory Freund, de la Facultad de Ciencias de la Nutrición.
Los resultados de la investigación, publicados en Psychoneuroendocrinology, revelan que la dopamina alterada es una característica tanto del TDAH como de los que padecen sobrepeso u obesidad. Y un aumento en el número de metabolitos de dopamina se asocia con conductas de ansiedad en niños, según afirma el autor.
El equipo de Freund examinó los efectos a corto plazo de un contenido de grasa alto (el 60 por ciento calorías) y uno bajo (10 por ciento calorías) durante cuatro semanas. En general, una dieta occidental típica contiene entre el 35 y 45 por ciento de grasa.
'Tras una semana de dieta alta en grasa, incluso antes de que fuéramos capaces de ver cualquier aumento de peso, el comportamiento del primer grupo en el modelo estudiado comenzó a cambiar', ha señalado el autor.
De esta manera, el equipo observó que los sujetos manifestaban síntomas de ansiedad. También padecieron un déficit de aprendizaje y memoria.
Los sujetos a los que se le cambió la dieta a una con un bajo nivel de grasa, volvieron a recuperar la funcionalidad. Sin embargo, los que continuaron con la dieta alta en grasa, su reconocimiento de los objetos permaneció alterado tres semanas después de la aparición de los primeros síntomas.
Freund ha señalado que, en otros estudios, la bioquímica cerebral se normalizó después de 10 semanas. En ese momento, la dopamina cerebral vuelve a la normalidad, aunque los individuos se han convertido en obesos y han desarrollado diabetes.
El estudio sugiere que una dieta alta en grasa puede provocar ansiedad y trastornos de memoria en niños genéticamente o ambientalmente predisponibles a ello', ha señalado el autor.
