Los autores se han basado en el comportamiento de las lisozimas que han descifrado mediante la construcción de uno de los transistores más pequeños del mundo
23 de enero 2012. 3:34 pm
Científicos de la Universidad de California, en Irvine (EEUU), han unido lisozimas a un pequeño transistor, para descubrir exactamente qué es lo que destruye a las bacterias patógenas. Los resultados podrían ser relevantes para la investigación destinada a diagnosticar el cáncer, y otras enfermedades, en…
Científicos de la Universidad de California, en Irvine (EEUU), han unido lisozimas a un pequeño transistor, para descubrir exactamente qué es lo que destruye a las bacterias patógenas. Los resultados podrían ser relevantes para la investigación destinada a diagnosticar el cáncer, y otras enfermedades, en sus primeras etapas.
Desde que el premio Nobel Alexander Fleming descubrió que las lágrimas humanas contienen lisozimas, hace aproximadamente un siglo, los científicos han tratado de averiguar cómo estas proteínas son capaces de eliminar bacterias mucho más grandes que ellas.
Ahora, este nuevo estudio, publicado en Science, aclara que las lisozimas contenidas en la lágrima tienen la capacidad de fagocitar paredes celulares. Rompen las paredes de las bacterias que intentan penetrar a través del ojo, explica el biólogo molecular y profesor de Química, Gregory Weiss, quien dirigió el proyecto junto con el profesor de Física y Astronomía, Philip Collins.
Los investigadores descifraron el comportamiento de la proteína mediante la construcción de uno de los transistores más pequeños del mundo, 25 veces más pequeño que circuitos similares utilizados en ordenadores portátiles o, a través del cual se observó la actividad de las lisozimas. Nuestros circuitos son micrófonos de tamaño molecular, afirma Collins.
Los científicos esperan que esta tecnología novedosa pueda ser utilizada para detectar moléculas cancerosas.
Si se fuera capaz de detectar moléculas individuales asociadas al cáncer, se podría hacer un diagnóstico más temprano de la enfermedad , concluye Weiss,y si tratamos el cáncer en su inicio, el tratamiento será mucho más eficazy los costos serán menores.