Los directivos de diferentes grupos hospitalarios y de fundaciones con gestión privada de la asistencia del Estado instaron al sector sanitario, en el 18º Congreso Nacional de Hospitales y Gestión Clínica, organizado por SESIDA y ANDE, y que se está celebrando en Bilbao, a 'normalizar' la colaboración entre el Estado y las empresas para mejorar la calidad y eficiencia del Sistema Nacional de Salud (SNS).
En una mesa redonda, patrocinada por los laboratorios Gilead, sobre 'Modelos de colaboración público/privada', 'para muchos 'condenados a entenderse'' , José Andrés Gorricho, consejero delegado del Igualatorio Médico Quirúrgico (IMQ) de Bilbao, se lamentó de la mala prensa de la Sanidad privada. 'Tan en la picota por razones que no acabo de comprender', reconoció.
En su exposición Gorricho citó la Ley General de Sanidad de 1986 que exclusivamente alude a este asunto de modo 'difuso' al señalar sin más el carácter complementario de la Sanidad privada. 'Hay todo un mundo de colaboración silenciosa que hay que sacarlo de la controversia política. Se debe de abrir un debate con el máximo consenso posible que permita dar carta de naturaleza a la relación entre ambos sectores, así como para evaluar y medir también la implantación de este tipo de modelos de colaboración', preciso el directivo del IMQ, al tiempo que añadió que el nuevo marco regulatorio serviría para planificar las reglas del juego 'basadas en la evaluación y la transparencia' para que ofrecer esta asistencia 'no sea una heroicidad'.
En esta línea, Gorricho se refirió a la labor del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), y, en concreto, la elaboración anual por parte de la entidad de un informe evaluador de la actividad asistencial privada en España así como de un barómetro de su perfil sociológico.
El directivo del IMQ abogó por un pacto sanitario para racionalizar también las actitudes inmovilistas. 'En el sector público existe importantes resistencias a los cambios, tiene que hacer muchos deberes para mejorar la gestión'.
En la mesa redonda, el director de Planificación y Proyectos de Ribera Salud, Mariano Guerrero, echó la vista atrás para referirse al Congreso Nacional de Hospitales celebrado en 1985, 'en el que ya se debatió sobre modelos sanitarios de colaboración público-privada. Hemos pasado más de dos décadas hablando de esto, pero sin hacer nada. sin buscar soluciones'. A continuación, explicó el gasto total de la prestación sanitaria en el país y del crecimiento correlativo del producto interior bruto (PIB) para justificar, en su opinión, la necesidad de incluir fórmulas como la concesional, modelo del que Ribera Salud 'con el que llevamos 14 años y del que se siente orgullosa' y que, aunque sea de gestión privada, se financia con dinero público, y, en consecuencia, se halla inserto en el Sistema Nacional de Salud (SNS).
¿Los retos actuales?, se preguntó. 'Seguir avanzando con la ayuda de los profesionales , de los pacientes y de las empresas que participan en el modelo'. Además, añadió el directivo de Ribera Salud, trabajar con estructuras multihospitales nos ha permitido ampliar la cartera de servicios', aseveró.
Guerrero aseguró que la presión sobre los costes de va a agudizar aún más, por lo que 'hay que establecer reformas y ser proativos. No nos debe dar miedo a la financiación capitativa y establecer cambios en las estructuras de las organizaciones', sentenció.
'Un tema político'
Por su parte, el gerente de la Fundación Jiménez Díaz y coordinador de Capio en Madrid, Juan Antonio Álvaro de la Parra, coincidió con el responsable del Igualatorio Médico Quirúrgico de Bilbao, al asegurar lo que está primando en la relación con la privada 'es un tema político. Si lo que queremos es que el SNS continúe siendo uno de los mejores del mundo como indican sus indicadores, nos estamos equivocando'.
El directivo de la Jiménez Díaz aseguró que sus hospitales trabajan para que el modelo de la Sanidad actual siga siendo sostenible, mientras invitaba a los asistentes en la mesa redonda a visitar los centros sanitarios de esta comunidad autónoma regidos por la empresa a la que representa. 'Ajustamos los recursos a la demanda y eso nos hace ser mucho más eficientes que el sistema público, que tiene unas estructuras más rígidas', subrayó. De la Parra apostó por la evaluación de los resultados asistenciales, la gestión de las compras para lograr precios competitivos, la centralización de los laboratorios para evitar duplicidades o la elaboración de protocolos por parte de la empresa, todo lo cual se traduce 'en ahorro de costes'.
De la Parra demandó un Gobierno sólido que 'ponga las reglas de juego claras para garantizar la calidad asistencial'. .Al igual que el resto de los ponentes hizo especial hincapié en la necesidad de un nuevo marco regulatorio 'para saber dónde nos movemos', remató.
Cambio estratégico del sistema
Por su parte, Javier Colás, presidente de la Fundación Tecnología y Salud, ahondó en la necesaria colaboración de la industria tecnológica con las unidades clínicas. 'Hay que cambiar las relaciones para conseguir calidad y eficiencia. Asimismo debemos de trabajar para eliminar las barreras existentes para que exista una verdadera autonomía de gestión en estas unidades clínicas. por otro lado, un operador externo ayudaría a la unidad a sacar el máximo rendimiento', apostilló Colas.
En su opinión, los problemas a los que se enfrenta España con su sistema sanitario lo viven también otros países. 'A corto plazo la única solución para lograr la sostenibilidad será la contención del gasto, que no gusta a nadie. Pero a medio plazo habrá que mejorar los procesos e innovar a la industria', explicó, mientras abogó también por un cambio estratégico del sistema.