Dolor en la garganta, alteraciones de la voz y dificultad para tragar son los principales síntomas de la faringitis y la laringitis, pero ambos tipos de infecciones son diferentes. La faringitis o inflamación de la mucosa de la faringe suele estar provocada por infecciones que, en ocasiones, afectan a la zona de la garganta, la nariz y el oído, y que pueden derivar en complicaciones como la amigdalitis. Por su parte, la laringitis o inflamación de la mucosa de la laringe suele estar causada por un uso indebido de la voz, y provoca afonía o ronquera. Entre la faringitis y la laringitis hay una serie de síntomas en común, aunque también existen diferencias, por lo que conocer bien ambas patologías permite realizar un diagnóstico correcto.
La faringitis aguda suele estar producida por una infección causada por patógenos, sobre todo virus, y, de forma menos frecuente, por bacterias. Los desencadenantes de la faringitis aguda pueden ser agentes tóxicos como el tabaco, el alcohol o el aire acondicionado. Además, también pueden afectar las alergias, los cambios hormonales derivados de la menopausia, los trastornos metabólicos, etc.
El dolor de garganta y la dificultad para tragar son los principales síntomas de la faringitis aguda, que suele presentarse de forma repentina. Al tener un origen viral es frecuente que aparezca fiebre, sensación de malestar generalizado e, incluso, dolor. Asimismo, la sensación de sequedad es el síntoma más destacado de la faringitis crónica, lo que provoca un carraspeo casi continuo que, a su vez, agrava el malestar. Suele resultar muy efectivo para reducir este síntoma humidificar el ambiente, sobre todo por las noches durante las horas de descanso.
Origen vírico de la laringitis
En cuanto a la laringitis, la mayoría de los casos se debe a virus similares a los que producen secreción nasal o gripe, mientras que es menos frecuente un origen bacteriano. El factor más destacado es la inflamación de las cuerdas vocales, que provoca alteraciones en la voz como la ronquera. El mal uso de la voz es una de las causas más habituales de la laringitis, sobre todo en los niños. Además, la alergia puede irritar la laringe, por lo que estas complicaciones son más habituales en la primavera, junto con el resto de los síntomas de los alérgicos. Los expertos también apuntan al tabaco como uno de los factores de riesgo prevenibles que causa irritación en las cuerdas vocales.
La voz ronca o afonía puede llegar a provocar una falta temporal de voz total, un síntoma que se conoce con el término de disfonía. La irritación de la laringe causa ganas de toser y carraspear debido al picazón que se siente en la profundidad de la garganta.
Tratamiento sintomático
Tanto la faringitis como la laringitis tienen un tratamiento sintomático, que depende del origen y la gravedad de la inflamación. Algunos consejos no farmacológicos que favorecen la evolución de los síntomas son beber agua de forma abundante y, sobre todo, descansar la voz o hablar lo menos posible. Cuando el cuadro sintomatológico se alarga más de dos-tres semanas, el paciente debe acudir al médico para descartar complicaciones mayores.
Dolor de garganta, alteraciones de la voz y dificultad para tragar, principales síntomas de faringitis y laringitis
Ambos tipos de infecciones tienen un tratamiento sintomático, que depende del origen y la gravedad de la inflamación
Eva Fariña
22 de marzo 2019. 10:10 am