El estudio del dolor neuropático en Atención Primaria cifra su prevalencia en un 30-45%

Según estudios realizados desde el ámbito de la Atención Primaria, la prevalencia del dolor neuropático en España es de un 30-45 por ciento. Éste es uno de los datos expuestos en el marco del 60º Congreso de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) y II Encuentro Iberoamericano de Rehabilitación.  En concreto, uno de los temas claves ha sido el abordaje del dolor neuropático en Atención Primaria. De esta forma, abordaba esta cuestión Jesús Figueroa, jefe de Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela. “Aunque los estudios son limitados, la prevalencia que se ha estimado en la población general es de 1,5 por ciento”, apunta. Sin embargo, “es verdad que estudios que se han centrado en algunas causas en particular, han determinado una prevalencia mayor. Así, citaba un estudio epidemiológico llevado a cabo en España sobre un total de 2.173 pacientes atendidos en clínicas del dolor. Este mostró una prevalencia del 51,9 por ciento de dolor neuropático. Asimismo, “otros estudios realizados en España en el ámbito de la Atención Primaria han ofrecido tasas de prevalencia de dolor neuropático en general entre el 30 y el 45 por ciento”, insistía Figueroa.

Dolor neuropático en Atención Primaria

El experto ha destacado la importancia del abordaje del dolor neuropático en Atención Primaria para mejorar su detección precoz. En concreto, para minimizar el impacto de este dolor en el paciente. “La Atención Primaria, muchas veces puerta de entrada del paciente con este tipo dolor, ha realizado una buena gestión formativa. Esto ha permitido un diagnóstico más temprano, mejorando de forma muy notable el abordaje terapéutico que debe ser multidisciplinar”. Asimismo, respecto a la mejora de la detección precoz del dolor neuropático en Atención Primaria, Figueroa añadía que es fundamental el abordaje multidisciplinar. También tomar de decisiones terapéuticas basadas en la evidencia científica. Además, ha señalado que existen “diferentes alternativas de tratamiento: terapia física, farmacológica e intervencionista no sólo en la diana terapéutica del dolor sino también en el impacto funcional del dolor en el paciente”. En esta línea, matizaba que se trata de un dolor que, si no se trata adecuadamente, en ocasiones, puede evolucionar hacia la cronicidad. Además, aunque no hay un perfil de paciente con esta dolencia, el experto asegura que sí hay situaciones premórbidas. Es el caso de la diabetes, herpes zoster, cirugías previas, procesos oncológicos, etc., “que nos deben hacer estar especialmente atentos en la identificación de este tipo de dolor”.