Los datos de Amnistía Internacional recogen un aumento de las listas de espera en la Atención Primaria madrileña. También un desbordamiento en la atención de llamadas telefónicas. En concreto,
las listas de espera pueden llegar a las dos semanas, y afecta especialmente a las personas con enfermedades crónicas. Según sus datos, los profesionales del primer nivel asistencial
atienden entre 45 y 100 pacientes al día. Según declaraciones de los propios profesionales,
si antes se tenían seis minutos por paciente, ahora mismo los están citando cada tres minutos aproximadamente. Pese a ello, las bajas por enfermedad o a las vacaciones pendientes agrava la falta de personal y hace que aumenten las listas de espera.
Como ya advierten los expertos, en esta segunda ola de contagios es Atención Primaria el servicio más saturado. Aunque la situación
es preocupante en todo el país, en Madrid resulta más grave. Según Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España, debido al alto nivel de incidencia acumulada, el servicio de Atención Primaria está perdiendo su capacidad para garantizar el derecho a la salud.
Ansiedad ante los tiempos de espera y llamadas sin atender
Otra de las preocupaciones es la atención telefónica. Según señalan los profesionales,
se reciben entre 210 y 230 llamadas al día. Pese a ello,
hay días en los que se queden sin responder unas 150 llamadas porque solo hay un médico al teléfono.
Más allá de la propia presión asistencia, la saturación de llamadas telefónicas preocupa especialmente a los profesionales, ya que cada día dejan personas sin atender. Todo ello está suponiendo
aumentar los niveles de ansiedad en el trabajo diario.
Ante esta situación,
tampoco se están cubriendo una buena parte de las bajas por enfermedad o vacaciones. Es algo en lo que coincide la mayor parte del personal entrevistado por la organización. A pesar de que muchos profesionales han enfermado con la pandemia
, tampoco se cubren muchos de aquellos que, por edad o por riesgo, no pueden atender casos de COVID-19 ni hacen visitas domiciliarias por la misma razón. Cabe recordar que España es uno de los países con
uno de los mayores índices de profesionales sanitarios afectados del mundo (más de 63.000).