Dos tercios de los pacientes no cumplen con la terapia periodontal de mantenimiento

Una vez controlada la enfermedad periodontal, para evitar que se reproduzca, es imprescindible acudir a la consulta para que el odontólogo/periodoncista o higienista revise las encías y realice la terapia periodontal de mantenimiento. De hecho, no cumplir con los requisitos necesarios para estabilizar y controlar la enfermedad terminará provocando una recaída. Sin embargo, dos tercios de los pacientes no cumplen con la terapia periodontal de mantenimiento. Así se ha puesto de manifiesto en el 23 Congreso de la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA). En concreto, Ana Echeverría, master en Periodoncia e Implantes (Universidad Complutense de Madrid), exponía que “tan sólo un tercio de los pacientes que inician tratamiento periodontal serán perfectos cumplidores, una cuarta parte lo dejará durante el primer año y el resto serán pacientes que acudirán de forma errática”.

Terapia periodontal de mantenimiento

La terapia periodontal de mantenimiento tratamiento es una “puesta a punto” de las encías, donde se limpian los restos de placa bacteriana que existan sobre y debajo de la encía, con el objetivo de evitar que la enfermedad progrese. También tiene como objeto detectar zonas de riesgo y la aparición de otras enfermedades bucodentales. En definitiva, se trata de evitar en lo posible o reducir la pérdida de dientes. Las variables que es necesario cubrir en la terapia periodontal de mantenimiento son cuatro: finalizar el tratamiento básico con el menor número de bolsas residuales, tener un buen control de placa bacteriana, ser no fumador y ser cumplidor. “Los estudios apuntan a que los pacientes muy cumplidores compensan parcialmente las carencias en las otras variables, de manera que pierden menos dientes que los no cumplidores en igualdad de condiciones”, asegura la periodoncista Ana Echeverría. Es por ello que se considera que motivar al paciente es un elemento determinante para aumentar el cumplimiento de la terapia periodontal de mantenimiento. Para ello es necesario ofrecerle suficiente información y de forma comprensible durante las dos o tres primeras visitas. También ver al paciente varias veces durante el primer año; y por último, generar una experiencia en la clínica que motive al paciente a seguir viniendo.