La Educación Médica evoluciona, con cambios en los roles de docentes, estudiantes y pacientes

La Cátedra de Educación Médica Fundación Lilly-UCM ha celebrado su XVII Encuentro Anual en el marco de los cursos de verano que dicha universidad organiza en San Lorenzo de El Escorial. La edición de este año se centró en la tríada académica que forman docente, estudiante y paciente como núcleo de la Educación Médica. Jesús Millán, director de la Cátedra, destaca que los papeles de docente, estudiante y paciente “han cambiado como consecuencia del desarrollo de la educación médica y de todo el proceso de aprendizaje de la medicina. Referente al profesor, quedó claro que las competencias que tiene que dominar son numerosas y complejas. Y, para ejercer como profesor, es fundamental formarse en áreas competenciales cognitivas, psicosociales, de comunicación, de valores académicos, personales e individuales. Y, por supuesto, competencias digitales y de manejo de la tecnología”. De este modo, el perfil del profesor se presenta como el de una persona con amplios conocimientos y un componente intelectual volcado en aspectos pedagógicos, al margen de su papel como médico especialista. “La conclusión es que no todo buen médico tiene por qué ser un buen profesor, necesita formarse”, apunta Millán, que añade que, en el debate posterior, se discutió sobre la labor del profesor como profesional de la docencia.

Pacientes como un todo

La segunda mesa del Encuentro se dedicó a los pacientes y a los cambios en sus perfiles y necesidades. “Se deduce, tras escuchar las intervenciones de los ponentes, que a pesar del desarrollo de la Medicina, la enseñanza debe centrarse y orientarse en los pacientes, considerándolos como un todo y como personas”. Otro aspecto que se abordó es qué papel puede jugar el paciente en la enseñanza del alumno, especialmente los denominados “pacientes educadores”, que conocen su enfermedad a fondo y que puede servir para mejorar la educación de los estudiantes. “Los alumnos se enriquecen y aprenden cuando contactan con estos pacientes, comparten la experiencia vital de la enfermedad con el que la padece”, indica Millán. También gana peso, para poner el foco en el paciente, el concepto de ‘medicina narrativa’. Consiste en una estrategia por la que, cuando los pacientes narran sus vivencias personales, los médicos se dan cuenta de cómo ha impactado en su vida la enfermedad. Para Millán, “permite que los estudiantes entiendan más y mejor su impacto, se pueden acercar mejor al paciente individual”.

Salud Mental de los estudiantes

Por último, los alumnos protagonizaron la tercera parte del encuentro revisando los programas de apoyo, seguimiento y ayuda al alumnado. “Se puso de manifiesto la importancia del clima educativo de las facultades para mejorar los resultados del aprendizaje. Se insistió en que, a veces, la Salud Mental del estudiante se deteriora como consecuencia de que la Medicina es muy competitiva y tiene un gran nivel de exigencia tanto para ingresar en las facultades como por el temor a equivocarse con los pacientes. Y a ello se le deben sumar planes de estudios especialmente densos y sobrecargados, con muchas horas de estudio en los seis años de carrera”, resume. Durante el Encuentro, se reconoció la figura del profesor Ricardo León Borquez, presidente de la Federación Mundial para la Educación Médica (WFME), al que se le concedió el título de Maestro de la Cátedra de Educación Médica Fundación Lilly-UCM y que será entrevistado próximamente en profundidad en EL MÉDICO INTERACTIVO.