1 de cada 5 pacientes desarrolla una infección grave caracterizada por neumonía, sepsis, síndrome respiratorio agudo y supone un estado protrombótico
13 de octubre 2020. 1:09 pm
Este año la campaña del Día Mundial de la Trombosis, World Thrombosis Day (WTD), se centra en las relaciones entre COVID-19 y trombosis. Se calcula que 1 de cada 5 pacientes infectados por el coronavirus SARS-Cov-2 desarrolla una infección grave. Esta está caracterizada por neumonía,…
Este año la campaña del Día Mundial de la Trombosis,
World Thrombosis Day (WTD), se centra en las relaciones entre COVID-19 y trombosis. Se calcula que
1 de cada 5 pacientes infectados por el coronavirus SARS-Cov-2 desarrolla una infección grave. Esta está caracterizada por neumonía, sepsis, síndrome respiratorio agudo y supone un estado protrombótico. Igualmente,
los pacientes hospitalizados por COVID que presentan manifestaciones respiratorias o sistémicas graves muestran una coagulopatía. La misma está caracterizada por niveles elevados de fibrinógeno y dímero D, indicando un estado de hipercoagulabilidad. Todo ello
se asocia con complicaciones trombóticas, fundamentalmente tromboembolismo venoso (TEV) en
hasta el 30 por ciento de los casos.
Estas son algunas cuestiones de las cuestiones que se han tratado durante el webinar “Riesgo trombótico y Covid-19: ¿Qué hemos aprendido?”. Durante el mismo ha intervenido el presidente de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia, José Antonio Páramo. “Es imprescindible aunar esfuerzos encaminados a la prevención, diagnóstico y tratamiento” exponía en líneas generales sobre el riesgo de trombótico. Esto se aplica especialmente a los pacientes hospitalizados por COVID. “Puede ser
potencialmente mortal y con impacto significativo sobre la calidad de vida de los pacientes que sobreviven al evento trombótico”.
Pacientes hospitalizados por COVID
En cuanto a los riesgos de los pacientes hospitalizados por COVID también se profundizó sobre las diferentes complicaciones a tener en cuenta. Así, se explicaba en estos pacientes también
se han descrito trombosis en otras localizaciones como cerebral (ictus), cardiaca (infarto) o extremidades (arteriopatía periférica).
Además, se produce una respuesta inflamatoria, “tormenta de citocinas” que conduce a la formación de microcoágulos (inmunotrombosis) en la circulación pulmonar. Esta contribuye a la elevada mortalidad observada en estos pacientes. Ante esta situación, los expertos
recomiendan “una estrategia de profilaxis antitrombótica” en todos los pacientes hospitalizados por COVID.