Las afectaciones neurológicas han sido protagonistas en el 2º Congreso Nacional Multidisciplinar COVID-19. En el mismo ofreció nuevos datos la Sociedad Española de Neurología (SEN). Así, destacaron conclusiones como que
el 60 por ciento de los pacientes hospitalizados por COVID-19 desarrollan sintomatología neurológica. De los mismos,
el 85 por ciento de los casos fueron síntomas leves e inespecíficos.
Aportaba más información Jesús Porta Etessam, vicepresidente de la SEN. “Uno de nuestros mayores temores es que el SARS-CoV-2 fuera altamente neuroinvasivo. Es decir, que el virus fuera capaz de entrar con facilidad en el
sistema nervioso central, por las serias complicaciones que esto podría suponer en los pacientes”. A este respecto, es cierto que se han dado casos excepcionales en los que el SARS-CoV-2 ha invadido el sistema nervioso central. Sin embargo,
la gran mayor parte de la afección neurológica no ha sido tanto por la invasión directa sino por manifestaciones indirectas.
Sintomatología neurológica prevalente
Pese a ello, esta sintomatología neurológica sigue preocupando a los expertos. Según Porta esta sintomatología abarca dolor muscular, encefalitis, encefalopatías, mielitis, crisis epilépticas, neuropatías, etc. “Pero
los más reseñables por su alta prevalencia fueron la anosmia (perdida de olfato) y las cefaleas. Por su gravedad, los accidentes cerebrovasculares, como los ictus isquémicos, ictus hemorrágicos, o trombosis venosas cerebrales”.
Se ha comprobado que padecer COVID-19 eleva el riesgo de ictus. En concreto, entre un 1-2 por ciento de los pacientes sufren ictus isquémicos. Otro 4 por ciento, trombosis venosas cerebrales. Por otra parte, es la causante de un tipo de dolor de cabeza muy específico, parecido a la migraña, que se cronifica en un 10-20 por ciento de los casos.
Las secuelas del post-COVID
Un reciente estudio realizado en España señala que el 51 por ciento de pacientes que ha sobrevivido al COVID-19 han desarrollado secuelas. Estas pueden prolongarse incluso 12 meses.
Los síntomas neurológicos alcanzan a un 12 por ciento de los pacientes post-COVID. Así, más del 50 por ciento de los pacientes que han pasado la COVID-19 presentan fatiga y trastornos del sueño. Además, el dolor de cabeza, la fatiga y el dolor muscular figuran entre las secuelas más persistentes.
“En el caso de la pérdida de olfato, aunque la gran mayoría de los pacientes se suelen recuperar antes de la 8ª semana, sabemos por virus semejantes que
recuperarse de la anosmia puede alargarse hasta los 3 años”, aportan desde la SEN.
Por otra parte, los expertos señalan la posibilidad de que, en un futuro
, muchos pacientes que han estado en la UCI, en la UVI o con síntomas graves de COVID tengan una reducción en la reserva neuronal. Esto les podría causar problemas neurológicos de distinta sintomatología. En todo caso, es altamente improbable que esto suponga una epidemia futura de enfermedades neurológicas.