Según los expertos, la carencia de información dificulta la aceptación de la epilepsia, el buen control de esta enfermedad y la integración social de los pacientes
11 de febrero 2020. 1:45 pm
El Grupo de Trabajo de Neurología de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) ha realizado una jornada en torno al Día Internacional de la Epilepsia, donde ha reclamado campañas de concienciación para que la atención de una crisis epiléptica forme parte…
El Grupo de Trabajo de Neurología de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) ha realizado una jornada en torno al
Día Internacional de la Epilepsia, donde ha reclamado campañas de concienciación para que la atención de una crisis epiléptica forme parte de la cultura general de primeros auxilios.Teniendo en cuenta los datos del
Libro Blanco de la epilepsia en España, el 91,5 por ciento de los pacientes con epilepsia cree que la población no tiene bastante información y el 72,8 por ciento no se siente bien informado.
Además, en situaciones críticas, como la atención en una crisis convulsiva, el Libro Blanco detectó que hay una serie de falsas creencias sobre la actuación, como el error clásico de evitar la mordedura de la lengua o sujetar a la persona para inmovilizarla. No obstante, el paciente sí está informado de otras prácticas correctas, como amortiguar la cabeza, colocar de lado a la persona, aflojar la ropa del cuello y no ponerla boca abajo.
En este sentido, María Varela Patiño, del Grupo de Trabajo de Neurología de la SEMG insiste en que la falta de concienciación de la población, y de un paciente informado, dificulta la aceptación de la epilepsia, el buen control de esta enfermedad y la integración social de los pacientes.
Reducir los efectos adversos de los tratamientos
Otro de los temas abordados en esta jornada era la importancia de reducir o evitar los efectos adversos de los fármacos antiepilépticos o mantener o restablecer la calidad de vida del paciente. Desde Atención Primaria hay que estar especialmente atentos a si las convulsiones no se controlan con el tratamiento, si cambian en su forma de producirse, si no se tolera el tratamiento o si se presentan efectos secundarios.
Pese a ello, como recordaba Varela Patiño, aún con un tratamiento correcto pueden producirse convulsiones, y es necesario que el paciente esté informado de este hecho. En este punto cobra protagonismo el autocuidado, dado que un mayor conocimiento influye positivamente en la autoeficacia, capacidad para controlar su condición, mejorando su bienestar y pronóstico. Las recomendaciones de la portavoz de la SEMG para los pacientes epilépticos son “evitar estímulos luminosos o sonidos fuertes, no tomar medicamentos por nuestra cuenta, no beber alcohol ni consumir drogas, cumplir estrictamente el tratamiento (en cantidad y horario indicado) y mantener un ritmo de sueño estable y suficiente”.