El 79 por ciento de los participantes en un estudio sobre la Ruta de Atención al Paciente con Dolor Articular (RADAR) considera que podía resultar de ayuda establecer protocolos conjuntos de derivación y seguimiento entre Atención Primaria y Hospitalaria. Y es que, el 18% de estos participantes no puede derivar sus pacientes a una unidad del dolor. Estas han sido algunas de las conclusiones de este estudio impulsado por Grünenthal y realizado a más de 350 especialistas de Atención Primaria y Hospitalaria, y que ofrece una visión amplia y detallada del tratamiento de esta patología en los distintos niveles asistenciales. Los resultados de este estudio han sido presentados por la Dra. Fátima Santolaya, coordinadora del estudio y vicepresidenta de la Sociedad Madrileña de Médicos Generales y de Familia (SEMG Madrid), durante el II Foro de Cronicidad de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) y la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), celebrado en Sevilla el pasado 26 de Octubre.
Según los encuestados, resulta imprescindible el desarrollo de estrategias que permitan realizar un seguimiento adecuado de los pacientes con dolor, ya que, no abordarlo de forma temprana, supone la aparición de fenómenos de cronificación del dolor, tales como la sensibilización central, que afectan negativamente la calidad de vida del paciente.
Aunque el dolor crónico con signos de sensibilización central presenta una alta prevalencia (el 50% de los españoles mayores de 65 años padece dolor articular), el estudio refleja que los profesionales sanitarios tienen un conocimiento insuficiente sobre su impacto en la práctica clínica. La doctora Fátima Santolaya coincide en que existe una falta de formación entre los especialistas que impide que el paciente reciba el tratamiento adecuado.
Durante el estudio, los participantes concuerdan en que existe una mala comunicación entre Atención Primaria y Atención Hospitalaria (46 por ciento de los participantes la consideran mala o muy mala), lo que dificulta el seguimiento del paciente. “No disponer de toda la información puede conllevar diagnósticos equivocados, duplicidad de pruebas, tratamientos inapropiados por interacciones, contraindicaciones o falta de respuesta a tratamientos ya utilizados”, asegura la vicepresidenta de la SEMG.
Para mejorar la seguridad y eficacia terapéutica, resulta fundamental desarrollar vías de comunicación que permitan compartir la información completa del paciente, ya sea mediante informes clínicos utilizando la historia electrónica compartida, e-consultas o correos electrónicos. Tal y como subraya la doctora Santolaya, “la existencia de criterios y herramientas de abordaje comunes mejoraría el control del paciente y disminuiría las listas de espera, ganando efectividad y eficiencia en el tratamiento del dolor”.
En este sentido, es preciso que en los procesos asistenciales se integren y participen enfermeras, fisioterapeutas y otros profesionales sanitarios. Por otra parte, además del tratamiento farmacológico, el estudio también destaca otras herramientas para el abordaje del dolor articular como la educación del paciente, los programas de ejercicio físico y las medidas de descarga articular.
El 79% de los profesionales demandan protocolos conjuntos de derivación para mejorar el abordaje del dolor articular
La existencia de criterios y herramientas de abordaje comunes mejoraría el control del paciente y disminuiría las listas de espera, optimizando el tratamiento del dolor
El Médico Interactivo
8 de noviembre 2018. 1:42 pm