Las comorbilidades más frecuentes son la cardiopatía isquémica, la depresión y los trastornos musculoesqueléticos
10 de abril 2019. 1:00 pm
Las personas que padecen diabetes mellitus tipo 2 (DM2) deben tener un abordaje integral de su enfermedad. Esta es la idea que se ha puesto de manifiesto en las jornadas ‘El cambio pasa por ti’, organizadas por la Alianza Boehringer Ingelheim y Lilly en Diabetes,…
Las personas que padecen diabetes mellitus tipo 2 (DM2) deben tener un abordaje integral de su enfermedad. Esta es la idea que se ha puesto de manifiesto en las jornadas 'El cambio pasa por ti', organizadas por la Alianza Boehringer Ingelheim y Lilly en Diabetes, y que se centraron en la importancia de abandonar la visión glucocéntrica en la atención de estos pacientes.
En palabras de José María Fernández, vocal de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), “hasta hace pocos años, en el manejo de la diabetes, los profesionales sanitarios estábamos muy centrados casi en exclusiva al control de la glucosa de la persona afectada, sin embargo, se ha visto que es necesario controlar otros parámetros como la tensión arterial, el peso, los lípidos, el cese del hábito tabáquico, así como la actividad física”.
De hecho, según Fernández, el 80 por ciento de las personas con DM2 sufre al menos otro proceso crónico asociado. “Habitualmente el enfermo con diabetes tipo II es un paciente con múltiples comorbilidades, así que además de tener las cifras de glucosa alteradas, presenta hipertensión, sobrepeso u obesidad, hipercolesteronemia y triglicéridos elevados”, incidía el experto, matizando que las comorbilidades más frecuentes son la cardiopatía isquémica, la depresión y los trastornos musculoesqueléticos.
La prevención de complicaciones cardiovasculares
Otro de los datos que se debatieron en este encuentro es que la mitad de las muertes en personas con diabetes se deben a problemas cardiovasculares, principalmente cardiopatía isquémica del corazón y accidente vascular cerebral, siendo la principal causa de fallecimiento entre estos enfermos.
En este sentido, Ane Urbina, médico de familia y coordinadora del programa de los Rising Stars, de la Fundación redGDPS, aportaba que “tras los estudios de seguridad cardiovascular, la tendencia glucocéntrica ha cambiado, enfocándose el tratamiento de forma individualizada, entendiendo al paciente como un todo sobre el que actuar. Este cambio ha hecho que primen las características clínicas más diferenciadoras, como son el síndrome cardio-renal”.
De esta forma se concluía que un abordaje integral del paciente con diabetes no solo ayuda a mejorar su calidad de vida sino que también es la mejor forma de prevenir complicaciones cardiovasculares y renales, que son las que mayor comorbilidad pueden causar a largo plazo.