La Sociedad Española de la Obesidad (SEEDO), la Gasol Foundation y la Asociación Bariátrica Hispalis (ABHispalis) unen fuerzas contra el bullying
9 de septiembre 2022. 10:10 am
Sentirse triste, deprimido y peor consigo mismo es entre un 40 y un 50 por ciento más probable entre los niños/as que sufren acoso escolar fundamentado en su imagen corporal. Es por ello que la Sociedad Española de la Obesidad (SEEDO), la Gasol Foundation y…
Sentirse triste, deprimido y peor consigo mismo es entre un 40 y un 50 por ciento más probable entre los niños/as que sufren acoso escolar fundamentado en su imagen corporal. Es por ello que la Sociedad Española de la Obesidad (SEEDO), la Gasol Foundation y la Asociación Bariátrica Hispalis (ABHispalis) unen fuerzas ante la creciente alarma social en torno al fenómeno del acoso escolar o bullying.
Con este objetivo, se comprometen a intensificar su trabajo, de forma conjunta, para promover la creación de entornos saludables. Es decir, de respeto a todos los cuerpos, etnias y géneros, que contribuyan a reducir el estigma de la obesidad. Para ello, se han establecido diversas líneas de actuación que guiarán el trabajo conjunto de las tres organizaciones. “Somos conscientes del trabajo que tenemos que hacer desde nuestra sociedad para educar en salud. También para explicar correctamente, y a todos los niveles, las dificultades que conlleva esta enfermedad que es la obesidad”, señalan desde la junta directiva de SEEDO.
Impacto del acoso escolar
El acoso escolar se define como “las acciones negativas que se producen de forma repetida en el tiempo cuando un alumno (o grupo de alumnos), de manera intencionada y muchas veces premeditada, causa un daño, hiere o hace sentir incómodo a otro alumno”. Así lo explica Federico Luis Moya, secretario de ABHispalis. Atendiendo a los datos recogidos en diversas publicaciones científicas, estas conductas afectan más a los adolescentes con sobrepeso y obesidad. Estos tienen más probabilidades de ser víctimas de acoso escolar por este motivo en comparación con sus otros compañeros.
Además, podría generar barreras en el desarrollo de relaciones con los compañeros. Por ende, puede aumentar el aislamiento social. Esto podría afectar a la capacidad para desarrollar relaciones y a la participación social durante un período clave en el desarrollo. Igualmente, la discriminación y estigmatización por la imagen corporal se asocia a una menor eficacia de las distintas iniciativas dirigidas a promover un estilo de vida saludable.