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“El abordaje de la
rinitis alérgica durante los últimos meses se está sustentando en la atención telefónica del paciente que demanda asistencia por el comienzo de una clínica compatible con rinitis alérgica, asociada o no a asma, o por la no mejoría a pesar de tratamiento pautado en otras ocasiones”. Así lo explican los Dres. José Luis Martínez Carrasco y Cristina Figueras López, del Centro de Salud de Fuencarral (Madrid) y miembros de la
Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC). “La asistencia presencial en el Centro de Atención Primaria (CAP) queda reducida a las urgencias respiratorias, especialmente de los pacientes con rinitis asociada a asma, en los que se necesite evaluar la presencia de broncoespasmo”, añaden.
¿Ha habido menos sintomatología debido al confinamiento? ¿Y una reducción de la gravedad de los síntomas?
Ha habido una disminución de la demanda, posiblemente causada por una menor sintomatología alérgica, ya que con el confinamiento
los pacientes han tenido un menor contacto con los alérgenos de exterior (pólenes). No obstante, no podemos descartar que los pacientes demanden menos por el miedo a un probable contagio de la COVID-19 y/o a un sentimiento de responsabilidad ciudadana para no colapsar los servicios sanitarios por síntomas que ellos consideraban “leves”.
En contraste con el descenso de la demanda, hemos observado entre los pacientes que consultaban, un aumento de la gravedad de los síntomas, especialmente cuadros de rinitis con broncoespasmo asociado. Nos es muy difícil achacarlo a un factor determinado, pues si bien es verdad que durante esta época de confinamiento se ha recuperado la naturaleza (más plantas y por tanto más alérgenos), es también posible que los pacientes con mucha sintomatología hayan continuado demandando atención frente a una disminución de la utilización de los servicios sanitarios por los pacientes mejor controlados.
¿Han observado un repunte con la desescalada y el comienzo de los paseos?
Con el inicio del desconfinamiento, el 26 de abril, hemos observado un repunte en la demanda de consultas relacionadas con las
rinoconjuntivitis alérgicas, posiblemente debido a que los pacientes han comenzado con los paseos y las salidas de casa de una forma progresiva y programada conforme se iban relajando las medidas de confinamiento. Además, para agravar más la situación, la desescalada se ha producido durante los meses de mayo y junio, que es un periodo álgido en la polinización de las gramíneas y el olivo, especialmente en el centro peninsular.
¿Cómo afecta a los pacientes con rinitis alérgica la meteorología actual?
Según los datos registrados en la web de la
Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, haciendo una revisión desde el día 4 de abril hasta la fecha, los niveles de polen ambiental comenzaron a ascender el 24 de abril, con un primer pico aproximadamente el 10/5 y un segundo pico con mayores concentraciones a las previas desde el día 22 de mayo que continúa en ascenso progresivo, sobre todo a expensas de la concentración de ólea o polen de olivo. Esta situación se ha visto reflejada en la demanda de asistencia por rinitis alérgica en el último mes, en relación directa con los momentos en los que se han registrado mayores concentraciones de polen ambiental.
Por otra parte, el Índice de Calidad del Aire (ICA), que depende de la concentración de los distintos
contaminantes en el aire ambiental (partículas, monóxido de carbono, ozono, dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre), ha mejorado significativamente en la Comunidad de Madrid en relación a la disminución del tráfico, aunque se ha observado un repunte de contaminación por dióxido de nitrógeno desde el inicio del desconfinamiento, lo que probablemente también haya ejercido un impacto positivo en el control de los síntomas y la gravedad de los mismos en los pacientes con rinitis alérgica asociada o no a asma.
¿Ha sido posible hacer consultas a distancia, videollamadas, etc.? ¿Contacta con los pacientes por teléfono para hacer seguimiento?
No tenemos disponibilidad para realizar videollamadas y se han realizado fundamentalmente consultas telefónicas preguntando por los síntomas (rinorrea acuosa anterior, estornudos, obstrucción nasal, síntomas oculares, asociación con sama, etc.) y su alivio con la medicación. Los pacientes eran citados para su seguimiento por consulta telefónica.
¿Cómo les hace llegar las prescripciones si no van a la consulta?
La prescripción se realizaba casi siempre a través de la receta electrónica. Previamente se le explicaba la pauta al paciente, generalmente mediante conversación telefónica, para evitar que acudiera al centro de salud ante la situación de pandemia.