Desde la creación del Observatorio Contra las Agresiones del CGCOM en 2011, se han registrado cerca de 6000 agresiones en los colegios de médicos
22 de diciembre 2022. 12:32 pm
El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España (CGCOM) muestra su profunda decepción ante el rechazo de la mayoría del Congreso de los Diputados al anteproyecto de ley anti-agresiones. En concreto, la Proposición de Ley relativa a la violencia en el ámbito sanitario…
El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España (CGCOM) muestra su profunda decepción ante el
rechazo de la mayoría del Congreso de los Diputados al anteproyecto de ley anti-agresiones.
En concreto, la
Proposición de Ley relativa a la violencia en el ámbito sanitario resulta clave, ya que las agresiones a los médicos impactan directamente en la calidad asistencial del SNS. No obstante, desde la creación del
Observatorio Contra las Agresiones del CGCOM en 2011, tras el asesinato de Mª Eugenia Moreno, se han registrado cerca de 6000 agresiones en los colegios de médicos de toda España. Unas cifras que empeoraron
el año pasado con un repunte del 39 por ciento produciéndose dos agresiones a facultativos por día.
Rechazo al anteproyecto de ley anti-agresiones
Ante el rechazo al anteproyecto de ley anti-agresiones a los sanitarios, el CGCOM ha querido recalcar algunas cuestiones en un comunicado. La primera es recordar que es obligación de la Administración garantizar la seguridad y salud del personal sanitario. Además, esto es
más acuciante ante un contexto como el actual marcado por la sobrecarga asistencial y la falta de recursos humanos. “La profesión médica está más expuesta a las agresiones por el trabajo que desarrolla y no proporcionarles la justa protección no solo va en detrimento de los profesionales sino del conjunto del Sistema Nacional de Salud”, afirman desde el CGCOM.
Por todo ello, el CGCOM quiere expresar su honda preocupación a este respecto. Además, reclama
un mayor compromiso de todas las fuerzas políticas en este ámbito. Igualmente, recuerda que el ejercicio de las profesiones sanitarias tiene un fuerte componente de servicio, y cualquier tipo de agresión tiene una indudable repercusión social.