Considera que esta medida pone en serio peligro el objetivo de alcanzar cuanto antes la inmunidad de grupo
27 de julio 2021. 1:15 pm
“A nivel individual, retrasar unas semanas la dosis puede no tener ningún efecto, pero, cuando el objetivo de la población es conseguir una inmunidad de grupo, el hecho de retrasarla sí puede ser un problema”. Esta es la idea que ha manifestado Guadalupe Fontán, enfermera…
“A nivel individual, retrasar unas semanas la dosis puede no tener ningún efecto, pero, cuando el objetivo de la población es conseguir una inmunidad de grupo, el hecho de retrasarla sí puede ser un problema”. Esta es la idea que ha manifestado Guadalupe Fontán, enfermera del Consejo General de Enfermería (CGE). Todo ello a raíz del hecho de que
ante la falta de vacunas, algunas administraciones valoran retrasar esta segunda dosis.
De esta forma, el CGE ha emitido un comunicado para insistir en que
alcanzar la inmunidad de grupo es el principal objetivo frente a esta crisis. De esta forma,
administrar las segundas dosis en los tiempos marcados por las autoridades sanitarias (21 días Pfizer y 28, Moderna) es imprescindible para lograrlo.
Florentino Pérez Raya, presidente del CGE, insta a las administraciones a gestionar de manera precisa esta campaña de vacunación porque “nos jugamos mucho”. “
El Gobierno central y los gobiernos autonómicos deben poner todo de su parte para cumplir los plazos porque es imprescindible que la mayoría de la población esté inmunizada cuanto antes. Asimismo, nosotros como población debemos cumplir y también vacunarnos. En un momento como el actual no podemos retrasar las citas para irnos de vacaciones porque es ahora cuando debemos demostrar que somos una sociedad”.
La importancia de los plazos de la segunda dosis
Otro de los motivos de cumplir cuanto antes la pauta de la segunda dosis es el aumento de contagios. La quinta ola preocupa enormemente a los sanitarios. En este sentido, desde el CGE recuerdan la importancia de continuar con las medidas de prevención e instan a la responsabilidad individual para prevenir rebrotes. No obstante, según los propios datos del Ministerio de Sanidad,
el 5 por ciento de los ingresados actualmente por COVID-19 son personas ya vacunadas con la pauta completa. El resto de los infectados no tienen la vacuna o la tienen incompleta.
“No debemos bajar la guardia ni aun estando vacunados. Las vacunas no evitan la infección, sino que en la mayoría de los casos minimiza los síntomas y las complicaciones. Es muy importante respetar las medidas como la mascarilla y la distancia de seguridad. Solo siendo responsables conseguiremos el bien común”, concluye Pérez Raya.