Un nuevo trabajo abre la puerta a posibles secuelas de la COVID-19 en la fertilidad de los espermatozoides. En concreto, el trabajo concluye que la COVID-19 podría provocar la fragmentación del ADN de los espermatozoides.
Actualmente, la prevalencia de la infertilidad causada por la fragmentación del ADN espermático se sitúa entre el 10 y 20 por ciento. Si se tiene en cuenta que, en el 50 por ciento de los casos el origen de la infertilidad está en el hombre, esta fragmentación resulta muy relevante. Además, esta fragmentación, que tiene diferentes orígenes, puede provocar anomalías cromosómicas en embriones, fetos y descendencia.
Tal y como especifica este trabajo, el coronavirus no entra en los espermatozoides maduros. Sin embargo, puede infectar otros tipos de células del testículo, importantes para el desarrollo y la maturación de los espermatozoides. De esta forma, en la revista The European Journal of Contraception & Reproductive Health Care concluyen que, en caso de la infección de células testiculares, el aumento de la fragmentación del ADN de los espermatozoides es una consecuencia muy creíble.
Además de afectar a la fertilidad de los espermatozoides, la fragmentación del ADN de los espermatozoides tiene un efecto negativo sobre la tasa de nacimiento. En concreto disminuye la probabilidad de implantación de los embriones y aumenta la frecuencia de abortos espontáneos.
Prevenir el riesgo en la fertilidad de los espermatozoides
Este trabajo ha sido publicado por Jan Tesarik y Raquel Mendoza Tesarik, directores de la clínica MARGen de Granada. Sus conclusiones están respaldadas por un meta-análisis de los resultados publicados en 43 estudios independientes. Estos contemplan un total de 6771 tentativas de fecundación in vitro y 17.879 embriones transferidos.
Ante esta posibilidad de afectación en la fertilidad de los espermatozoides el trabajo también incluye medidas preventivas. En concreto, Tesarik y Mendoza Tesarik recomiendan la evaluación del grado de fragmentación del ADN de los espermatozoides en todos hombres en edad reproductiva. También la congelación de los espermatozoides en casos positivos, antes de que la integridad de los espermatozoides se degrade aún más. “La fragmentación del ADN de los espermatozoides es un gran enemigo de la fertilidad”, insisten. Por ello, “hay que hacer todo lo posible para prevenirla, y cuando ya se ha producido, tratarla de una manera la más eficiente posible”, concluyen los doctores.
