Desde la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) alertan de que esta patología puede llegar a pasar desapercibida
9 de enero 2024. 12:08 pm
La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) alertan de que la variedad en los síntomas dificulta el diagnóstico de la acromegalia, por lo que puede llegar, incluso, a pasar desapercibida hasta para los profesionales. El diagnóstico de la enfermedad resulta esencial para evitar su…
La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) alertan de que la variedad en los síntomas dificulta el diagnóstico de la acromegalia, por lo que puede llegar, incluso, a pasar desapercibida hasta para los profesionales. El diagnóstico de la enfermedad resulta esencial para evitar su evolución, sin embargo, en algunos casos puede llegar a retrasarse hasta entre 5 y 10 años por la variedad de los síntomas.
La acromegalia afecta a unas 3.000 personas en España. Se trata de una enfermedad endocrinológica que, en más de un 95 por ciento de los casos, se produce por un tumor benigno hipofisario no suprimible que secreta hormona de crecimiento de forma continua. Esto provoca un agrandamiento gradual de distintos tejidos y órganos a lo largo de los años, así como múltiples comorbilidades.
Las manifestaciones clínicas más características de la acromegalia son el aumento del tamaño de los manos y los pies, engrosamiento de la nariz, la boca, la lengua y los labios, cambios en los rasgos faciales y voz ronca (protrusión de la mandíbula- prognatismo-, separación de los dientes -diastema-), dolor de cabeza, hormigueos, dolor de manos -síndrome del túnel carpiano- y en las articulaciones, hiperhidrosis (exceso de sudoración), hipertensión arterial, diabetes, reducción del campo visual, astenia o fatigabilidad, alteraciones del humor o irritabilidad y apnea del sueño. En cuanto al perfil del paciente, responde a una persona entre los 40 y 50 años, sin predominancia de sexo.
Abordaje de la acromegalia
El endocrinólogo está en el centro del manejo de estos pacientes, ya que además de confirmar el diagnóstico, coordina las diferentes especialidades para un abordaje multidisciplinar con el cirujano, el oftalmólogo, etc.
Respecto a los tratamientos indicados, la cirugía transesfenoidal, que consiste en el abordaje del tumor hipofisario por la nariz es el tratamiento preferente, pero “casi el 50 por ciento de los pacientes va a necesitar añadir un tratamiento médico tras la cirugía por la persistencia de la enfermedad. Ambos tratamientos pueden combinarse y, en algunos casos, se requiere radioterapia craneal”, explica la doctora.
En los últimos años, se han llevado a cabo importantes avances en este campo, como el abordaje quirúrgico y la disponibilidad de medicamentos complementarios junto con la existencia de centros de referencia donde es posible proporcionar más garantías de un abordaje multidisciplinar y de excelencia centrado en el paciente.