Blanca Palomares, enfermera del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, es una de las encargadas de atender a los pacientes con dolor neuropático localizado. Según explica, el perfil medio es “un paciente que ya ha pasado por varios especialistas debido al dolor que tiene, que le causa también alteraciones psicológicas”. “Cada uno requiere mucha atención. En primer lugar, realizamos una exploración para determinar cuál es su diagnóstico. Después, los doctores nos mandan un tratamiento que nosotros aplicamos”, explica.
¿Es complicado llegar al diagnóstico de dolor neuropático localizado?
Normalmente, el paciente va de servicio en servicio, y cuando llega ya a la unidad del dolor ha pasado ya por varios departamentos. En la unidad del dolor el médico le hace una primera valoración psicológica y decide si realmente necesita un tratamiento farmacológico o bien intervencionista; es una decisión del doctor, pero primero pasa por el psicólogo para ver si el dolor le ha producido alguna alteración que haya que tratar.
¿Cuáles son los signos que hacen sospechar de un dolor neuropático?
Desde hace mucho tiempo el paciente nota quemazón, descargas eléctricas, hormigueo, entumecimiento o hiperalgesia. Uno de los síntomas más importantes del dolor neuropático es la hiperalgesia, que es un dolor ante estímulos no nocivos.
¿Cómo es la relación directa de la enfermera con el paciente?
Dependiendo del tratamiento que haya prescrito el médico, nosotros hablamos con el paciente, le explicamos un poco el procedimiento, en qué va a consistir, y después ya le damos cita. Le proporcionamos todas las recomendaciones necesarias antes de venir a la consulta, y también cuándo tiene que acudir a ponerse el tratamiento.
¿Cuáles son los tratamientos más habituales?
En algunas ocasiones, el tratamiento consiste en el TENS, que, aunque científicamente no está probado que sirva para el dolor neuropático, nuestra experiencia es positiva y hemos visto que realmente consigue buenos resultados en pacientes con dolor por miembro fantasma o dolor en el muñón. Otros tratamientos que ofrecemos son el anestésico en crema, que se puede dar en piel intacta o en piel lesionada, y el parche de capsaicina, que no se puede poner en zonas de piel lesionada.
Las enfermeras enseñamos al paciente en qué consiste cada tratamiento y qué precauciones debe tener. Primeramente, le citamos y le decimos que el día de la consulta venga acompañado, porque normalmente suelen ser personas mayores. La idea es que el acompañante también se entere un poquito de cómo funciona. Aproximadamente, cada mes se hace una revisión, en función de las posibilidades que tengan los acompañantes. Valoramos si el tratamiento es o no efectivo; en caso positivo, sigue con él y volvemos a darle cita para otra revisión. Si no es efectivo, al final se termina retirando este tratamiento.
¿En qué consiste el tratamiento con parche de capsaicina?
El parche de capsaicina para el dolor neuropático da buenos resultado,s sobre todo, en la neuralgia postherpética y en las heridas quirúrgicas, que es nuestra mayor experiencia. Cuando el paciente llega a la revisión le preguntamos por los beneficios de este tratamiento, y nos responde si ha notado mejoría. A veces contesta que sigue teniendo molestias, pero nosotros nos tenemos que centrar en la zona dolorosa en la que se ha puesto el tratamiento. Por ejemplo, si el tratamiento logra que el paciente mejore el sueño, también beneficia su calidad de vida y, por lo tanto, la intensidad del dolor disminuye un poco, aunque a lo mejor necesite más de un tratamiento.
¿En qué consiste el TENS?
El TENS o electroestimulación percutánea de los nervios es un aparato que se utiliza para controlar el dolor por medio de la aplicación de corriente eléctrica a través de la piel. Al paciente se le ponen dos parches a una distancia mínima de 6 o 7 centímetros en su zona dolorosa. Se hace un programa de dolor, y el paciente lo tiene que tener puesto 8 horas al día, pero siempre haciendo unos descansos de media hora cada dos horas. El parche se lo tiene que poner en la zona, no tiene que tener crema y tampoco debe tener vello. Todo esto se lo explicamos para que cuide el parche y le dure lo máximo posible. Hay pacientes que tienen una respuesta muy positiva, y a otros no les va tan bien. Nuestra experiencia con esta técnica es positiva, sobre todo en las dos patologías mencionadas.
¿Cómo es el seguimiento del paciente?
En la revisión, el paciente nos cuenta un poco cómo le ha ido, si ha notado mejoría o si no la ha notado, si eso le beneficia, si duerme mejor porque se lo pone dos horas antes de irse a la cama, etc. Dentro de esas ocho horas, nosotros le decimos al paciente que elija las horas que sabe que tiene más dolor para tener en funcionamiento el aparato del TENS. Normalmente, estos pacientes duermen mal, y, por eso, les decimos que dos horas antes de irse a la cama se pongan el aparato para poder coger el primer sueño.
¿Se hace seguimiento a través de telemedicina o vía telefónica?
No, no tenemos internet para ver estos seguimientos. Siempre es el paciente quien nos llama por teléfono y nos hace preguntas o nos pide explicaciones. Nosotros preferimos que venga a la consulta, porque es donde vemos realmente los progresos del tratamiento.
¿Cuál es la función de la enfermera en el tratamiento del paciente?
Nos preocupamos por el cuidado del paciente. Si es joven, le decimos que intente relajarse, le aconsejamos una serie de medidas, como que no tome café. Cuando es mayor, es más complicado darle consejos y que los siga.
¿Qué pautas no farmacológicas ofrecen al paciente con dolor neuropático localizado?
Le damos al paciente una pauta para que haga ejercicio en su casa, dependiendo de su dolor. Sabemos que las personas mayores no suelen hacer estos ejercicios, por eso es tan necesario que les acompañe un familiar o cuidador.
¿Hay alguna guía para pacientes con dolor neuropático localizado?
No disponemos de ninguna guía educativa para este tipo de dolor, pero nuestras recomendaciones más importantes son:
- La participación activa y el autocuidado del paciente es esencial para el éxito terapéutico en el dolor crónico. Por ello, le explicamos la importancia de realizar una dieta equilibrada y rica en fibra, buena higiene postural, así como recomendaciones para el descanso nocturno.
- El dolor es una experiencia personal compleja en la que influyen no solo los componentes sensitivos, sino también, y de forma muy relevante, los afectivos o emocionales, y los cognitivos, como son las creencias sobre el proceso. Para ello, además de ofrecerle una valoración psicológica por la especialista de la unidad si fuera preciso, se le enseña unas pautas de distracción, realizar respiración diafragmática y que intenten mantener contactos con amigos, familiares, etc., para evitar el aislamiento.
- También le explicamos que el ejercicio físico forma parte del tratamiento del dolor, ya que permanecer inactivos produce debilidad de los músculos, incremento del peso y afecta al estado de ánimo. Le recomendamos realizar ejercicios de estiramiento y tonificación, al menos, tres veces a la semana, acompañados de ejercicios aeróbicos (caminar, bicicleta...), según las preferencias de cada uno. Además, debe hacerse de manera gradual y regular, disponiendo de un rato fijo en el día y, si puede ser, acompañado de familiares o amigos.