La depresión es la principal causa de discapacidad a nivel mundial. La OMS calcula que más de 2,4 millones de españoles padecieron esta enfermedad durante 2015 (1) . Desde 2017, la investigadora Almudena Sánchez-Villegas, catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, encabeza el estudio PREDI-DEP en el que han participado 160 personas y cuyos resultados serán publicados a final de este año 2020.
¿Puede influir la alimentación en la salud mental?
Las evidencias así parecen confirmarlo. Esta es una línea de investigación que lleva desarrollándose los últimos diez años. De hecho, se ha analizado el papel de algunos nutrientes como los ácidos grasos omega-3 presentes en los pescados y en los frutos secos para los que se han encontrado un efecto protector tanto para disminuir los síntomas depresivos como para reducir el riesgo de desarrollar una depresión. También se han analizado alimentos y grupos de alimentos y se ha observado que los alimentos ultraprocesados, comida rápida, bollería industrial… parecen asociarse con un mayor riesgo. Sin embargo, las mayores evidencias provienen de estudios que han analizado patrones globales de alimentación. En este sentido, el seguimiento de patrones saludables como la dieta Mediterránea se ha asociado con un menor riesgo de depresión y con una mejora de los síntomas en pacientes que padecen la enfermedad.
¿En qué consiste el estudio PREDI-DEP?
Es un estudio de intervención dietética en pacientes que se han recuperado de una depresión, pero que todavía pueden tener ciertos síntomas. Los pacientes son asignados al azar a dos grupos. Uno de ellos recibe consejo dietético cada tres meses para seguir la dieta mediterránea.
¿Cuáles son los principales objetivos del estudio PREDI-DEP?
El objetivo principal es evaluar hasta qué punto la intervención con dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra es capaz de reducir los síntomas de depresión en pacientes que se han recuperado de un episodio depresivo, cómo la intervención mejora su calidad de vida y si dicha intervención es capaz de reducir el riesgo de recurrencia de depresión en este grupo de población.
¿Cómo están trabajando con los participantes?
Tras ser seleccionados por especialistas en Psiquiatría o Psicología Clínica, los pacientes son invitados a participar y asignados a uno de los dos grupos de intervención. El especialista recoge información relevante del paciente con relación a la presencia de síntomas depresivos, medicación, presencia de otras enfermedades, etc. Además, a los pacientes se les realiza un análisis de sangre. A continuación, las dietistas contactan con los participantes terminando de recopilar información sobre dieta, hábitos de vida, actividad física o calidad de vida. El grupo asignado a dieta mediterránea es seguido cada tres meses de forma telefónica. En la entrevista el nutricionista aconseja y recomienda pautas dietéticas relacionadas con el seguimiento de la dieta mediterránea. Además, los pacientes pueden recoger aceite de oliva virgen extra de forma gratuita. El grupo control no recibe ningún tipo de recomendación dietética ni provisión suplementaria de aceite de oliva. Las nutricionistas, de igual forma, contactan con todos los participantes cada cuatro meses para recopilar información sobre la presencia de síntomas de depresión. Anualmente, los pacientes son citados de nuevo por su psiquiatra para ser valorados y se les solicita una nueva analítica. También anualmente se recogen cambios en los hábitos de vida y en la calidad de vida de los participantes.
¿Cómo puede ayudar el aceite de oliva virgen extra a combatir la depresión?
El aceite de oliva, sobre todo el aceite de oliva virgen extra posee una alta cantidad de sustancias polifenólicas que poseen propiedades antioxidantes y anti-inflamatorias. El estrés oxidativo y la inflamación son importantes mediadores de depresión porque dificultan la síntesis de neurotransmisores como la serotonina y empeoran la génesis de nuevas neuronas. Además, el aceite de oliva es capaz de aumentar la actividad de algunas enzimas y mejorar así las propiedades de las membranas neuronales mejorando la transmisión de la señal nerviosa. Por último, diferentes estudios han sugerido una relación entre la depresión y la presencia de enfermedades cardiovasculares y metabólicas como la diabetes, enfermedades con las que compartiría mecanismos causales como la inflamación. La relación parece ser bidireccional de forma que la presencia de depresión incrementaría el riesgo cardiovascular y de igual forma la presencia de alteraciones cardiovasculares y metabólicas se relacionaría de forma directa con el riesgo de depresión. El efecto cardioprotector del aceite de oliva virgen extra se ha puesto de manifiesto en múltiples estudios, destacándose sobre todo el ensayo PREDIMED.
¿Cuáles han sido las primeras conclusiones que han obtenido del estudio PREDI-DEP?
Los resultados obtenidos hasta el momento en la fase preliminar indican que los pacientes asignados al seguimiento de un patrón de dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra presentaron una reducción significativa en la sintomatología depresiva tanto a los cuatro meses como a los ocho meses de intervención. De igual forma, el grupo asignado a dieta mediterránea y aceite de oliva virgen extra presentó una mejoría en la calidad de vida con mejoras significativas en parámetros como la vitalidad y la salud mental tras un año de intervención.
El Estudio PREDI-DEP confirma que el consumo de una dieta mediterránea rica en aceite de oliva virgen extra ayuda a controlar la sintomatología depresiva
Según la investigación “Prevención en la Recurrencia de la Depresión con una Dieta Mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra”, que encabeza Almudena Sánchez-Villegas, catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
El Médico Interactivo
30 de marzo 2020. 2:45 pm