El futuro de los medicamentos oncológicos pasa por medir los resultados en salud

Farmaindustria ha participado en el VII Foro de la Fundación para la Excelencia y la Calidad de la Oncología (ECO).Durante el mismo se ha puesto de manifiesto que  España está en el grupo de cabeza en materia de investigación clínica en tratamientos oncológicos en Europa. Pese a ello, la realidad es que este puesto no es inamovible, y que  factores como el aumento de la incidencia del cáncer, el avance de la cronicidad y el envejecimiento progresivo de la población, junto con la aparición de nuevas terapias disruptivas, hacen necesario plantear una nueva visión que garantice la calidad de la prestación y refuerce el actual modelo en el futuro. De esta forma, durante su intervención, el presidente de Farmaindustria, Martín Sellés, ha asegurado que fomentar la I+D, asegurar el acceso y medir los resultados en salud serán principios claves de futuro en medicamentos oncológicos. En concreto, Sellés ha insistido en que  ha llegado el momento de medir los resultados en salud de las innovaciones, y eso implica hacerlo con una visión amplia, que trascienda el corto plazo (presupuestario) y contemple todo ese valor sanitario, económico y social que proporcionan. Cabe recordar que según datos del Proyecto BEST, los tratamientos oncológicos son actualmente el área terapéutica objeto de mayores inversiones en I+D por parte de la industria farmacéutica en España, que ha incrementado de forma muy importante su esfuerzo en este ámbito hasta suponer el 49 por ciento del total de la investigación clínica, frente al 28 por ciento de 2004. Para que estas cifras sigan avanzando, el experto insistía en que es clave contemplar el medicamento innovador como una inversión, y no como un mero gasto en el corto plazo, ya que no solo satisface una necesidad inmediata (la salud del paciente) sino que aporta numerosos beneficios a lo largo de los años. Tratamientos sostenibles Uno de los retos en cuanto a los medicamentos innovadores oncológicos es que suponen un mayor coste, tanto a la hora de financiar su investigación, como a la hora de incluirlos en los tratamientos aprobados por los sistemas sanitarios. Es por ello que trabajar en pro de una sostenibilidad también es uno de los retos en el avance de la innovación. En esta línea, Sellés insistió en que el gasto público en medicamentos en 2018 “estuvo en el entorno del de 2010, y estimamos el crecimiento en los próximos años en aproximadamente el 2 por ciento anual. Y esto es posible porque, si bien llegan innovaciones, también caen patentes, con el consiguiente ahorro”. Por último, Sellés subrayó la disposición de la industria farmacéutica para colaborar con la Administración y el conjunto de agentes del sector para avanzar en este camino. No obstante, recordaba que  hasta el momento se ha logrado un amplio acceso a los medicamentos de última generación, también antitumorales, a un coste sostenible. “Nos hemos enfrentado a innovaciones transformacionales sin poner en riesgo la sostenibilidad”, argumentó, poniendo como ejemplo las nuevas terapias contra la hepatitis C, que han permitido tratar y curar a la gran mayoría de pacientes a un coste asequible.