La asistencia a los pacientes diabéticos recae fundamentalmente en los médicos de familia. En líneas generales, se derivan a pacientes con criterios de DM tipo 1 al endocrinólogo y los casos de diabetes gestacional. En la visita inicial, se suelen derivar al oftalmólogo para que haga una valoración. También hay algún caso de hiperglucemias graves o hipoglucemias secundarias al tratamiento con antidiabéticos orales que se tienen que derivar a urgencias, situación que también se con clínicas sugestivas de coma hiperosmolar o de cetoacidosis diabética.
Los criterios para decidir derivar o no son claros y se basan en el control del paciente. Tras un correcto diagnóstico de paciente diabético, siguiendo los criterios diagnósticos de la ADA, en colaboración con enfermería se inicia el seguimiento del paciente con recomendaciones dietéticas, de ejercicio y, si precisara, de fármacos. Se solicita una analítica para calcular su objetivo de hemoglobina glicosilada y se repiten las consultas si precisa de insulina de inicio para ver adherencia y resultados.
A la hora de derivarlos, se hace una valoración inicial porque pueden permanecer en lista de espera un tiempo hasta ser atendidos. Las situaciones por las que se derivan son sospecha de diabetes tipo 1, embarazo en mujer diabética, menores de 40 años con diagnóstico de diabetes, pacientes que a pesar de realizar correctamente el tratamiento no logran el objetivo o control adecuado, sobre todo con factores de riesgo cardiovascular asociados, pacientes que no hacen nada de lo que se les indican como medida última para que cambien su actitud y como respaldo legal ante las consecuencias que puedan surgir de la falta de adherencia a tratamiento.
A estos pacientes hay que añadir, los diabéticos con complicaciones neurológicas y macrovasculares, con nefropatía diabética, con cociente albumina creatinina >300 a pesar de un tratamiento adecuado, con hipertensión refractaria tratada, con creatinina >2, fg <30, anemia secundaria a enfermedad renal crónica. Se deriva al cardiólogo cuando hay sospecha o presencia de cardiopatía isquémica, al cirujano vascular si hay claudicación intermitente, dolor en reposo o nocturno en miembros inferiores. Ante las pérdidas brusca de visión, se pide cita con el oftalmólogo.
Tiempo de espera
Si la derivación se lleva a cabo de forma ordinaria, el tiempo estimado es de 6 a 9 meses de demora, aunque este tiempo varía según las áreas sanitarias. Para el paciente la derivación al especialista representa recibir una mejor atención. La labor de la atención primaria es básica pero no está valorada, se acepta una lista de espera de 6-9 meses para una consulta de 10 minutos con un especialista y no se admite un día de demora en las consultas de atención primaria donde las consultas de diabetes llevan más de 30 minutos de citas concertadas cuando el paciente precisa de insulinas y de explicarle por ejemplo como hacerse una curva de glucemias o como cambiar los hidratos de carbono por proteínas o como hacer bajar el azúcar de antes de la comida con ejercicio a media mañana.
En líneas generales, los médicos de Atención Primaria no pueden contactar con especialistas para resolver dudas.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores Mª Victoria López Vellibre, Mª Inmaculada Portilla Garcia, Pablo Moreno Canelo, Carmen Albuixech Negueroles, Juan Aledo Peralta, Concepción Carvajal Lucergas, Carmen Díaz Mateo, Juan Francisco Fernández de Simón Bermejo y Encarnación Nicolás Martínez.
El grueso de la diabetes 2 recae en Atención Primaria
Clara Simón
8 de junio 2018. 3:38 pm