Ante la aplicación de la nueva actualización de la
Estrategia de detección precoz, vigilancia y control de COVID-19, el Grupo de Pandemias de la Mesa de Atención Primaria del Colegio de Médicos de Madrid ha emitido un nuevo comunicado. En el mismo advierte que la atención a los pacientes COVID seguirá suponiendo una
importante carga de trabajo para los centros de salud. También una limitación para la atención a pacientes no COVID.
Si bien consideran que la nueva Estrategia podría ser positiva para evitar el colapso del sistema sanitario, creen que existen aspectos no resueltos en la Estrategia. Estos pueden generar confusión entre la población. Igualmente, problemas en la actuación de los profesionales de Atención Primaria.
En primer lugar, no se especifica
cómo actuar ante los resultados positivos de las pruebas de autodiagnóstico. De nuevo se deja a criterio médico esta decisión. Asimismo, considera que la Estrategia muestra ciertas incoherencias en materia de protección de los pacientes vulnerables.
El Grupo de Pandemias de la Mesa de AP destaca que la
nueva Estrategia tampoco aclara la situación en casos positivos asintomáticos o con síntomas leves, de los menores de 6 años que no tienen obligatoriedad de llevar mascarilla. La aplicación de la nueva normativa en los centros educativos resulta complicada y ambigua. Por último, advierten que no se debe olvidar la mortalidad elevada por COVID en el mes de febrero, siendo de las más altas en los últimos meses.
Mejoras en la Estrategia de detección precoz
Ante esta situación, el Grupo de Pandemias de la Mesa de AP del ICOMEM, se dirige a la Dirección general de Salud Pública de la Comunidad de Madrid. Le solicita que, a través de la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud,
realice las propuestas adecuadas.
El objetivo pasa por evitar los problemas en la actuación de los médicos de AP de Madrid al igual que de otras CCAA. Todos ellos derivados de la aplicación de esta Estrategia de detección precoz, vigilancia y control de COVID-19 de marzo de 2022.
No obstante,
en los Centros de Salud se continuará atendiendo a pacientes infectados o con elevada sospecha de infección. Todo ello con independencia de que cumplan criterios de indicación de realización de una prueba diagnóstica. En consecuencia, seguirá siendo fundamental garantizar la seguridad de los profesionales sanitarios. Asimismo, del resto de la población que acude a los centros sanitarios.