La forma más sencilla de definir incumplimiento terapéutico es mediante la oposición al concepto de cumplimiento. El cumplimiento se define, según Sackett, como el grado hasta el cual la conducta del paciente, en términos de tomar medicamentos, seguir dietas o ejecutar cambios en el estilo de vida, coincide con la prescripción clínica. La prevalencia de incumplimiento en nuestro país se estima en un 40-70%. Este alto porcentaje de incumplimiento explica bastantes fracasos terapéuticos y es de suma importancia conocer sus motivos para mejorar el cumplimiento del tratamiento.
Los fallos al seguir las prescripciones médicas conducen al paciente hipertenso a la progresión de su enfermedad, hace imposible estimar los efectos y el valor de un determinado tratamiento, lo que imposibilita que se realice un buen diagnóstico, provocando un aumento innecesario del costo de la atención sanitaria.
Según el análisis realizado por la OMS, en los países desarrollados la adherencia terapéutica en pacientes hipertensos es sólo del 50% y se supone que esta deficiencia es aún mayor en países en desarrollo, dada la escasez de recursos y la iniquidad en el acceso a la atención sanitaria. Se trata de un problema que tiende a aumentar a medida que se eleva la incidencia de la hipertensión.
Así, seguir una prescripción o adherencia terapéutica es un proceso complejo que está influido por múltiples factores ampliamente estudiados tales como no adquirir la medicación prescrita, tomar dosis incorrectas o en intervalos incorrectos, olvidar de tomar una o más dosis e, incluso, interrumpir el tratamiento antes de tiempo. Se deben tener en cuenta los factores socioeconómicos y psicológicos, que la mayoría de las veces interfieren grandemente y no se les da la importancia que realmente ameritan. Durante los últimos años se ha comprendido que la adherencia del paciente hipertenso al tratamiento es una piedra angular en el control de su enfermedad. Todos los autores coinciden en reconocer al incumplimiento como uno de los grandes desafíos en el tratamiento de la hipertensión arterial.
Factores implicados
Y es que al hablar de incumplimiento hay que recordar varios aspectos que influyen, como es la falta de un adecuado conocimiento sobre los diferentes elementos de la enfermedad y del tratamiento recomendado, saber en qué consiste la enfermedad y que peligros hay si no se trata. El paciente debe saber cómo y porqué se debe tomar una medicación, cuándo y cómo tomarla, sin olvidar qué efectos graves pueden producir. La aparición de efectos adversos de la medicación prescrita y el miedo a que aparezcan hace que muchos pacientes desistan de tomarla y también hay que tener en cuenta que algunos medicamentos antihipertensivos son muy caros y no todos puede acceder a ellos.
Entre las medidas que se pueden tomar para minimizar el incumplimiento, está dedicar más tiempo en la consulta, sobre todo en la primera visita para poder explicar al paciente en qué consiste su enfermedad, la evolución de la misma y las posibles complicaciones de la hipertensión mal controlada. De esta forma, se consigue que se conciencien mejor de que su enfermedad es crónica y se pueden implicar más en el tratamiento. Está claro que los hipertensos deben creer en el régimen terapéutico prescrito, entenderlo y conocerlo con detalle.
Genéricos
Los medicamentos genéricos son más baratos y permiten que más pacientes tengan acceso a la medicación y un mayor cumplimiento, pero no siempre tienen la misma biodisponibilidad y, por tanto, su efecto terapéutico puede no ser el deseado y eso también puede desmotivar al paciente e influir negativamente en el cumplimiento del tratamiento.
Cuando se cambia un medicamento por otro puede variar el color del envase o de la pastilla, y esto puede confundir al paciente, sobre todo si es polimedicado y de edad avanzada, hecho que influye negativamente en el cumplimiento del tratamiento. Se ha constatado que el cumplimiento terapéutico es mayor con los fármacos que permiten una toma diaria, puesto que esta posología favorece la adherencia. En líneas generales y si no hay contraindicaciones, se toleran mejor los ARAII que los betabloqueantes, antagonistas del calcio o diuréticos, por los efectos de clase.
Para mejorar esta situación, los especialistas abogan por una buena relación médico-paciente, donde haya empatía por ambas partes, para que el médico pueda aconsejar a su paciente y éste confíe en su médico. En la consulta se debería ofrecer información hablada y por escrito sobre la hipertensión arterial y sus repercusiones en la salud del paciente. Una forma de que el paciente tenga más conocimiento de su enfermedad es a través de charlas y reuniones grupales en centros de salud para informar sobre la enfermedad y su tratamiento. Las familias también pueden acudir a ellas, ya que son un pilar básico para que el hipertenso cumpla el tratamiento.
Prescripción sencilla
También se pueden tomar otras mediadas como utilizar antihipertensivos en monodosis, fomentando el uso de antihipertensivos en combinación en monoterapia, con instrucciones simples e interrogando sobre el correcto entendimiento de la información aportada por el médico sobre la HTA y su tratamiento; dar una tarjeta de control del hipertenso dónde consten cifras diagnósticas de la HTA, los objetivos de control a conseguir y un apartado para control diario o semanal del cumplimiento terapéutico, y aconsejar asociar la toma del hipotensor con una actividad diaria habitual, como puede ser el sonido de la alarma del despertador, cepillado de dientes o toma del desayuno. También se puede llevar a cabo la intervención sobre el hipertenso fuera de la consulta a demanda de atención primaria, mediante combinación de técnicas que actúen sobre la barrera del conocimiento y la barrera social.
No hay que olvidar que el papel de la familia es muy importante sobre todo en el caso de los ancianos polimedicados, ya que en muchos casos son los hijos u otros familiares los que se encargan de administrarles la medicación. En cuanto a los controles de enfermería, es necesario que pudieran disponer de más tiempo para dedicar a los pacientes y que las visitas fueran menos espaciadas en el tiempo, ya que muchas veces pasan tres o más meses entre los controles.
Respecto al papel de la farmacia, sería de mucha ayuda el evitar los cambios en la medicación ya que en el caso de la gente mayor identifica los medicamentos por la forma, color o por la caja, y cuando de forma reiterada les dan marcas diferentes ya no saben lo que están tomando y en algunos casos abandonan el tratamiento porque no saben para que sirven y en otros duplican la medicación, ya que piensan que son diferentes.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores especialistas en Medicina de Familia Juan Francisco Fernández de Simón Bermejo, Juan Zapata Conesa, Juan Marante Fuertes, Carmen Albuixech Negueroles, María Belén Carrión Martínez y José Eduardo Caballero Martínez, del Centro de Salud Cartagena Oeste; María Lope Martin-Sanz, Ruth Tavarez Paniagua, Ioan Claudiu Gherman, Pompilio Pedro Chulvi, Jesús Lara Moles y Úrsula Alvado Pérez, del Centro de Salud Altea, Juan Aledo Peralta, José Miras Martínez, Julio Romero Valdés, María José Ramón Benedicto Sánchez y Anselmo Martínez León, del Centro de Salud Mar Menor, y Encarnación Nicolás Martínez, Concepción Carvajal Lucerga, Carmen Paniagua Merchán, Francisco Alcazar Manzanera, Carmen Díaz Mateo y Vicente González Jordán, del Centro de Salud Cartagena Este.
El incumplimiento explica parte de los fracasos terapéuticos en HTA
Clara Simón
9 de abril 2018. 1:18 pm