En líneas generales, la consulta médica en las zonas rurales es más difícil que en las zonas urbanas, debido a la falta de materiales. En zona urbanas los pacientes son diagnosticados y tratados por especialistas, donde se cuenta con técnicas de diagnóstico más avanzadas. Además, se tiene la posibilidad de ingresar los pacientes más comprometidos, verlos a diario, tratarlos y ajustar tratamientos según su evolución. Por su parte, los médicos de zonas rurales son médicos generales o médicos de familia, que no suelen tener la posibilidad de ingresar a un paciente con la imposibilidad de valorar la respuesta al tratamiento y de ajustar dosis y/o cambios de fármacos. No tienen la tecnología suficiente para el mejor ajuste en el diagnóstico y tampoco en general cuentan con colegas de otras áreas para las respectivas interconsultas, con lo cual se encuentran muchas veces muy limitados. En zonas rurales la presión asistencial a los médicos de cabecera es muy alta y disponen de poco tiempo para diagnóstico y tratamientos con la dificultad de estar seguros con fármacos más nuevos y/o de difícil elección.
En la ciudad la accesibilidad del paciente es mayor sobre todo por la proximidad que tiene cualquier centro urbano a un centro de especialidades. No obstante, la derivación del paciente, en el caso de que esté indicado, está garantizada en cualquier zona de trabajo aunque con ciertas trabas. Para esto es fundamental que haya una comunicación fluida entre Cardiología y Atención Primaria.
Para terminar con estas diferencias, los especialistas proponen tener más cerca las unidades básicas de salud rurales y los centros de especialidades.
Formación
Las diferencias en cuanto a diagnóstico y tratamiento se pueden disminuir con cursos y o clínicas de especialistas según los temas de elección. Así, para la HTA se pueden dar charlas por parte de cardiólogos y/o nefrólogos de los últimos avances en diagnósticos, técnicos y de tratamientos. También en otras áreas de la patología humana con el fin de que los médicos generales estén más seguros del diagnóstico y del manejo de los fármacos. La administración no apoya esta formación, ya que los cursos, charlas, encuentros son de la voluntad de los médicos y el apoyo económico de la industria farmacéutica. Por parte de la administración se podrían mejorar el equipamiento de estos centros de salud rurales con salas de rayos, ecocardiograma, ecografía abdominal, laboratorios más completos y con la formación de los respectivos médicos y enfermería para el adecuado manejo de los mismos.
En ocasiones con disponer de un ecocardiógrafo, se podrían evitar muchos traslados, por ejemplo en el caso de insuficiencia cardiaca para valorar la fracción de eyección o para el control de determinada patología crónica, como estenosis valvulares o control de la cardiopatía isquémica estable o hipertensión arterial refractaria. De esta forma, se dejaría el traslado para los pacientes que requieran pruebas diagnósticas hospitalarias o pacientes inestables que requieran ingreso. En los mismos centros urbanos hay una gran desigualdad en cuanto a la posibilidad de contactar con el cardiólogo de referencia mientras que hay centros con encuentros frecuentes (al menos una vez al mes) con el profesional. No hay nada institucionalizado y la administración presta poca ayuda.
Acceso a tratamientos
En cuanto al acceso a tratamientos, se tienen el mismo con algunos fármacos, pero los más nuevos y caros suelen estar restringidos a los especialistas con la condición de justificarlos y solicitar una autorización a la administración.
La formación de los médicos de familia permite que se utilicen los mismos protocolos de actuación en paciente con aquellas patologías que no requieren otros estudios complementarios. Es necesaria una actualización continuada del medico de Atención Primaria para que el acceso al tratamiento sea el mismo. En los distritos sanitarios se están organizando cada vez más cursos de formación, pero la mayoría de las veces son los profesionales los que no pueden asistir debido a la gran demanda existente en Atención Primaria y la imposibilidad de sustitución. Las consultas se tienen que repartir entre el resto de compañeros y esto supone una barrera y limita que se pueda asistir a dichas actualizaciones.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores especialistas en Medicina General Miguel Ángel Saúl Calvo, José María Villanueva Rebollo, Fernando Díaz Domínguez, Emilio Ruiz Jarillo, y el cardiólogo Oreste Vaccari, del Centro de Salud Manuel Encinas, de Cáceres, y Yolanda Corchado Albalat, Francisco Ignacio Ales Conejo, Juan Manuel Leanez Barreno.
El manejo del cardiópata difiere si vive en un área rural o urbana
Clara Simón
4 de julio 2018. 8:51 am