El tratamiento rehabilitador es una pieza más del manejo del paciente con síntomas de tracto urinario inferior (STUI). “Para que sea eficaz, se debe tener una adecuada integración, coordinación y comunicación el equipo rehabilitador, fisioterapeuta, Enfermería, auxiliares, médico rehabilitador. Pero también es muy importante esa…
El tratamiento rehabilitador es una pieza más del manejo del paciente con síntomas de tracto urinario inferior (STUI). “Para que sea eficaz, se debe tener una adecuada integración, coordinación y comunicación el equipo rehabilitador, fisioterapeuta, Enfermería, auxiliares, médico rehabilitador. Pero también es muy importante esa comunicación con otras especialidades implicadas en el abordaje de estos pacientes”, explica Lourdes Gil, de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF), sociedad que ha participado en la elaboración del documento Criterios de derivación y manejo integral del paciente con STUI.
Este proyecto, en palabras de la rehabilitadora, consigue reunir a todos los especialistas implicados en el manejo de esta patología, establecer una vía de comunicación entre las distintas especialidades implicadas en el manejo de esta patología y poner en marcha diferentes protocolos multidisciplinarios, líneas de trabajo, ruta asistencial. Todo esto va a beneficiar a la atención del paciente con STUI, patología que afecta significativamente a la calidad de vida. “Esta coordinación permitirá tener una continuidad asistencial real del paciente, que es lo que persigue el trabajo en este campo”, detalla Lourdes Gil, quien añade que “todos los que trabajamos en este campo sabemos que el trabajo tiene que ser multidisciplinar y coordinado”.
Integración
No obstante, existen algunos problemas por las estructuras que tienen los hospitales y la forma de comunicarse los especialistas, “pero la evidencia está ahí y la necesidad, también. Este proyecto abre un camino para podernos coordinar y comunicar los especialistas implicados que estamos trabajando en este campo para poder establecer un trabajo directo e integrador, donde el paciente esté en el centro y todas las especialidades no trabajen en parcelas, sino enfocadas a una atención continuada, derivando al paciente cuando sea necesario e integrando a los profesionales para conseguir una atención que sea fácil para el paciente”.
De esta forma, el paciente con STUI se beneficia de ese trabajo coordinado y se evita que se dupliquen actuaciones. Hay una continuidad asistencial desde que sale hasta que vuelve a llegar a Atención Primaria y este documento va a facilitar estas líneas de actuación.
Impacto en la calidad de vida
Desde la perspectiva de SERMEF, el abordaje del paciente con STUI es integral. Una característica de dicha especialidad es la atención no solo de las alteraciones de la estructura y las disfunciones, sino también a la discapacidad. “Sabemos que los pacientes con STUI y dolor crónico tienen una mayor afectación a la calidad de vida. Por eso, es importante abordar al paciente de forma integral, porque hay que ver qué alteraciones produce el síndrome y su discapacidad. Les altera su vida social, dejan de salir, tienen problemas para las relaciones sexuales… están alterados en todas sus esferas vitales; por eso, el abordaje tiene que ser global”, detalla Lourdes Gil.
Desde que el paciente entra en el proceso rehabilitador, se empieza a hacer la historia clínica y la exploración física, se hacen las pruebas complementarias y se valora qué alteraciones músculo-esqueléticas son la génesis del problema o ayudan a que se mantenga esa disfunción. Además del tratamiento farmacológico, las diferentes técnicas disponibles en el tratamiento rehabilitador van a ayudar a individualizar el tratamiento y utilizar diferentes recursos, como el entrenamiento del suelo pélvico, el biofeedback, la electroestimulación y el entrenamiento vesical, que se tienen que complementar con un buen estilo de vida. Es decir, es una atención global, que permite al paciente volver a una situación parecida a la que tenía.
Más tiempo disponible
Otra característica del paciente cuando entra en el proceso de rehabilitación es que con respecto a otros especialistas, los rehabilitadores tienen más tiempo. “Cuando entran en una sala de fisioterapia, su tratamiento es individualizado y tienen un seguimiento durante meses que se refuerza en la consulta. Esto permite mejorar la adherencia a los ejercicios y que el paciente aprenda las estrategias que tiene que utilizar”.
La especialista recuerda que “en los ancianos sabemos que los STUI aumentan las fracturas a consecuencia de las caídas. Nosotros, junto a otras especialidades, estamos haciendo programas de prevención de caídas en el anciano, valorando los STUI e intentando prevenir esas caídas. Todo está relacionado, por lo que el abordaje tiene que ser siempre multidisciplinar”.