El principal problema del mieloma múltiple es la aparición de recaídas tras el tratamiento inicial o tras el trasplante de progenitores hematopoyéticos (TPH). Por ello, los especialistas plantean el mantenimiento del tratamiento para evitar las recaídas. “La consolidación consiste en la administración de una terapia…
El principal problema del mieloma múltiple es la aparición de recaídas tras el tratamiento inicial o tras el trasplante de progenitores hematopoyéticos (TPH). Por ello, los especialistas plantean el mantenimiento del tratamiento para evitar las recaídas. “La consolidación consiste en la administración de una terapia con baja toxicidad y durante un periodo de tiempo corto, mientras que el mantenimiento se centra en la administración de un tratamiento no intensivo de manera prolongada con el objetivo de mantener la respuesta alcanzada con las terapias previas”, ha explicado Ana Isabel Heiniger, jefa del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Regional Universitario de Málaga y co-moderadora del Joint Meeting SEHH-Memorial Sloan Kettering Cancer Center, un encuentro científico previo al LIX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), que se celebrará en Málaga del 26 al 28 de octubre.
En esta línea se ha manifestado la comoderadora de la sesión, Mª Victoria Mateos, del Servicio de Hematología del Hospital Universitario de Salamanca y miembro del Grupo Español de Mieloma (GEM-PETHEMA), quien ha indicado que “el seguimiento de los pacientes con mieloma debe estar basado en una correcta evaluación de la eficacia y de la toxicidad antes de iniciar cada nuevo ciclo de tratamiento”. Se trata de cuestiones claves para evitar que los pacientes estén sobretratados o infratratados, con los costes que esto conlleva.
Por su parte, el doctor Sergio Giralt, del Memorial Sloan Kettering Cancer Center, de Nueva York, ha asegurado que el trasplante de células madre autólogas en el tratamiento del mieloma está establecido y constatado por destacados estudios clínicos como parte del tratamiento inicial de la mayor parte de los pacientes con mieloma que aún no han cumplido los 80 años.
El investigador ha indicado que “hay que tener en cuenta que alrededor del 30 por ciento de los pacientes con mieloma que llevan más de diez años con tratamiento de mantenimiento con lenalidomida no tienen recaídas”. No obstante, ha añadido que “aunque entre un 30 o un 40 por ciento de los pacientes candidatos a trasplante no recae y la mayoría sí lo hace. Por eso, las líneas de investigación se están centrando en mejorar estos datos, reduciendo la toxicidad del trasplante'.
Trasplante autólogo
El trasplante autólogo se está empleando en el mieloma después de controlar la enfermedad junto con la quimioterapia o con los nuevos agentes. De esta forma, “se intenta mejorar la calidad de la respuesta y prolongar los periodos en los que no se requiere terapia. Hay que tener en cuenta que es procedimiento tiene muy poca mortalidad y no muchas complicaciones; no es curativo, aunque sí permite mayor tasa de remisiones completas y mayor duración de la respuesta”, señala Heineger, también presidenta del Comité Organizador Local del Congreso.
La doctora Mateos ha recordado que el trasplante autólogo de medula ósea continua siendo un estándar de tratamiento para todos los pacientes con mieloma de nuevo diagnóstico candidatos a recibirlo; es decir, en pacientes menores de 65 años e incluso también para algunos entre 65 y 70 o más si su estado general y sus comorbilidades lo permiten.
Trasplante alogénico en linfoma no Hodgkin
La práctica actual del trasplante alogénico en linfoma no Hodgkin (LNH) en Europa se cifra en sólo el 4 por ciento del total de trasplantes alogénicos llevados a cabo en 2016 frente al 28 por ciento de los que se realizan dentro de la categoría de autotrasplantes, “ya que la indicación del alogénico se realiza en situaciones de recaída, estados avanzados de la enfermedad o pacientes que no alcanzan la curación con esquemas de tratamiento habituales”, ha explicado la doctora Heiniger.
Por último, en leucemia mieloide aguda, en los últimos años se han producido importantes avances en cuanto a manejo y tratamiento de las leucemias agudas, gracias a décadas de trabajo. 'Sin embargo, aunque algunos parecen prometedores, especialmente para pacientes mayores frágiles, todavía ninguno se ha establecido en la práctica clínica, debido a que aun produciendo mejores tasas de respuesta rara vez se traducen en mejoras significativas de la supervivencia”, ha precisado la experta.