El Ministerio avanza en la nueva Estrategia de Salud Mental para mejorar la prevención del suicidio

En la Jornada por el Día Mundial del Suicidio celebrada en el Ministerio de Sanidad, la ministra en funciones, María Luisa Carcedo, ha querido informar de que su departamento pondrá en marcha cuatro grupos de trabajo con el objetivo de “recoger las aportaciones” necesarias para avanzar en la nueva Estrategia de Salud Mental y, especialmente, en la prevención del suicidio. Respecto a los propios grupos, Carcedo ha explicado que su intención es que comunidades autónomas, sociedades científicas y profesionales, medios de comunicación y usuarios y pacientes, den sus testimonios y consejos para poner en marcha distintas iniciativas. “El suicidio y las tentativas de suicidio constituyen uno de los mayores problemas de salud pública en todo el mundo. Afecta a todos los países y a todas las edades”. En concreto, solo en 2017, 3.500 personas se suicidaron en el país, siendo esta la principal causa de muerte por causas externas en España. Asimismo, más de 18.000 personas podrían sufrir cada año las consecuencias trágicas y traumáticas de vivir un suicidio. Medidas pendientes Por ello, ha defendido la necesidad de  “visibilizar la realidad del suicidio y romper el tabú que todavía hay a su alrededor”.  Otra propuesta  en torno a la prevención del suicidio que ya está decidida es la de desarrollar una red de atención telefónica coordinada para mejorar el abordaje a la persona con conducta suicida. En este sentido, Carcedo ha explicado que hay “evidencia científica” de que los teléfonos de ayuda tienen un “impacto positivo sobre la urgencia suicida”. Por último, durante la jornada se ofrecían más datos en torno al suicidio en España. Entre los mismos destaca que afecta más a los hombres (en una relación de 7 de cada 10) y aumenta con la edad a partir de la adolescencia, pero tiene especial relevancia en la población infantil y juvenil. El especialista en este tema, José Luis Pedreira, ha explicado en el acto que este problema se acentúa en los jóvenes por el consumo de alcohol y drogas y, en la actualidad, también por el juego.